El Uso Del Poder Ejecutivo Para Revertir La Influencia Progresista
El editor de National Review, Rich Lowry, analiza la “contramarcha a través de las instituciones” de Donald Trump, destacando su estrategia para desmantelar la influencia de la izquierda en las estructuras de poder. Su enfoque directo marca un cambio crucial en la batalla cultural y política.
Trump Y Su Estrategia Para Desmantelar La Influencia Progresista
Rich Lowry destaca que la izquierda ha aplicado durante décadas la “larga marcha a través de las instituciones”, insertando su ideología en estructuras clave del poder. Inspirados por pensadores radicales como Herbert Marcuse, la izquierda conquistó los medios de comunicación, la educación y la burocracia gubernamental. Frente a esto, los conservadores han intentado recuperar la cultura mediante una lenta reforma.
Sin embargo, Donald Trump ha implementado un enfoque radicalmente distinto. En lugar de transformar gradualmente las instituciones, ha utilizado su autoridad ejecutiva para revertir rápidamente el dominio progresista, despidiendo funcionarios izquierdistas y eliminando financiaciones que sostienen su influencia.
El Poder Político Como Herramienta Cultural
El pensamiento conservador tradicional sostenía que la cultura determinaba la política. No obstante, Trump ha demostrado que el poder político puede redefinir la cultura. Chuck Grassley enfatizó esta realidad en el Senado:
“Nunca he visto a nuestras instituciones tan contaminadas por la toma de decisiones políticas. Han faltado a la confianza del pueblo”.
Trump y sus aliados han comprendido que no es suficiente intentar modificar la cultura desde afuera. Es necesario desmantelar las estructuras de poder que la izquierda ha capturado y restablecer valores tradicionales desde el Estado.
Revirtiendo La Captura Progresista De Las Instituciones
Christopher Rufo y otros activistas han advertido que muchos conservadores han confiado en la lenta reconstrucción de las instituciones, ignorando que el progresismo las controla desde la burocracia estatal. Trump, en cambio, ha desmantelado directamente estas estructuras mediante:
- Despidos masivos de funcionarios progresistas.
- Recortes de financiamiento a programas ideológicos.
- Reformas ejecutivas para limitar la influencia de la izquierda en la educación y la cultura.
Esta estrategia rompe con la táctica pasiva del pasado y busca una recuperación efectiva de las instituciones.
La Falsa Narrativa De La “Larga Marcha”
Muchos creen que la izquierda obtuvo su influencia mediante una lenta infiltración en las instituciones. Sin embargo, Lowry argumenta que su dominio provino de la captura del gobierno y los medios. La expansión del Estado desde los años 60 y la alineación de la prensa con la burocracia gerencial han permitido la radicalización progresista.
El verdadero cambio no se logrará con pequeños ajustes en la educación o la cultura, sino con el control efectivo del poder político.
Los Conservadores Deben Usar El Poder Como La Izquierda
Durante años, los conservadores han subestimado el papel del Estado en la formación cultural. Mientras la izquierda ha utilizado su control gubernamental para imponer su ideología, la derecha se ha limitado a la crítica. Es momento de entender que la cultura no se transforma sin poder político.
“Si la derecha quiere recuperar la cultura, debe primero recuperar el gobierno y remover a la izquierda de sus bastiones institucionales.”
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Trump ha demostrado que el poder político es clave en la batalla cultural. ¿Debería la derecha seguir su ejemplo? Deja tu opinión y comparte este artículo con quienes buscan una perspectiva conservadora real.