La Asamblea Legislativa aprueba reformas que eliminan la obligatoriedad del uso de Bitcoin y lo excluyen de pagos gubernamentales.
Cuatro años después de hacer historia al convertirse en el primer país en adoptar Bitcoin como moneda de curso legal, El Salvador ha decidido dar un paso atrás. La Asamblea Legislativa, bajo el control del presidente Nayib Bukele, ha aprobado una serie de reformas que modifican significativamente la Ley Bitcoin, eliminando la obligación de aceptación y restringiendo su uso en transacciones gubernamentales.
La votación, realizada el 29 de enero, reflejó un consenso abrumador: 55 votos a favor y solo 2 en contra. Con estos cambios, Bitcoin deja de ser considerado moneda a efectos legales, aunque seguirá siendo “de curso legal” en el país. Esto significa que, si bien su uso será permitido, ya no será obligatorio para comercios ni podrá utilizarse para pagar impuestos o deudas gubernamentales.
Otra medida clave en la reforma es la reducción del papel del Estado en el ecosistema Bitcoin. El gobierno se retirará de la gestión de Chivo Wallet, la billetera digital que había sido promovida para facilitar el uso de la criptomoneda.
Un cambio bajo presión del FMI
El giro en la política de Bitcoin de El Salvador no es casualidad, sino parte de un acuerdo financiero con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Como condición para acceder a un préstamo de 1.400 millones de dólares, el país debía “mitigar los riesgos potenciales del proyecto Bitcoin”, una exigencia impuesta por el organismo globalista.
Desde que Nayib Bukele impulsó la adopción del Bitcoin en 2021, el FMI ha criticado duramente la medida, argumentando que la volatilidad de la criptomoneda representaba un riesgo significativo para la estabilidad económica del país. En 2022, la organización declaró abiertamente:
“Existen grandes riesgos asociados con el uso del Bitcoin como moneda de curso legal. No lo recomendamos”.
Ahora, con esta reforma, el gobierno de Bukele parece haber cedido ante las presiones del FMI, aunque sin renunciar completamente a su apuesta por las criptomonedas.
El Salvador sigue invirtiendo en Bitcoin
A pesar de esta reducción en el estatus legal de Bitcoin, las autoridades salvadoreñas han insistido en que el compromiso del país con la criptomoneda sigue firme. Milena Mayorga, embajadora de El Salvador en Estados Unidos, reafirmó la postura oficial:
“El Salvador sigue siendo un país Bitcoin y continuará ampliando sus reservas”.
Las declaraciones de Mayorga no son solo retórica. Informes recientes indican que el gobierno ha adquirido al menos siete bitcoins más, elevando sus tenencias totales a 6.055 BTC, con un valor estimado de 612 millones de dólares.
Esto sugiere que, aunque el gobierno haya modificado la legislación, su apuesta por Bitcoin como activo financiero sigue intacta.
¿Un revés o una estrategia?
Los cambios en la Ley Bitcoin han generado reacciones mixtas. Mientras algunos lo ven como un retroceso en la visión original de Bukele, otros lo interpretan como un movimiento táctico para asegurar estabilidad financiera mientras mantiene su apuesta por las criptomonedas.
Lo cierto es que El Salvador sigue siendo el principal experimento mundial en la adopción de Bitcoin a nivel estatal. Aunque su uso obligatorio ha sido eliminado y su rol como moneda ha sido limitado, la decisión de seguir invirtiendo en la criptomoneda indica que el gobierno aún confía en su futuro.
¿Estamos viendo el principio del fin del “experimento Bitcoin” en El Salvador, o simplemente una estrategia para calmar a los organismos financieros internacionales? El tiempo lo dirá.
⨀ Lorenzo Echemendía Morales, periodista, colaboró en la redacción de este artículo de manera exclusiva para Hombres Sabios Magazine.