Un inmigrante ilegal guatemalteco fue acusado de asesinato en primer grado el lunes por la espantosa muerte por incendio de un transeúnte de Brooklyn que dormía. Según declaró, estaba demasiado borracho para recordar lo ocurrido.
Sebastián Zapeta-Calil, un migrante de 33 años que había regresado ilegalmente a Estados Unidos y estaba alojándose en refugios de Nueva York tras ser deportado en 2018, fue capturado por la policía en una estación del metro de Manhattan después de huir del horrendo crimen cometido en Coney Island el domingo por la mañana.
Durante el interrogatorio, afirmó que estaba “borracho hasta la locura” y no recordaba haber prendido fuego a la víctima, aunque las imágenes de vigilancia muestran claramente cómo avivaba las llamas.
Los escalofriantes videos también parecen captarlo dentro del tren observando el incendio.
“La depravación de este horrible crimen está más allá de toda comprensión, y mi oficina está comprometida a llevar al perpetrador ante la justicia”, expresó el fiscal de distrito de Brooklyn, Eric González, en un comunicado emitido el lunes.

“Este acto de violencia atroz y sin sentido contra una mujer vulnerable tendrá las consecuencias más graves”, añadió. “Todos los neoyorquinos merecen sentirse seguros en nuestros trenes subterráneos, y haremos todo lo posible para garantizar justicia en este caso”.
La policía indicó que Zapeta-Calil prendió fuego a la mujer no identificada dentro de un tren F en la estación Coney Island-Stillwell Avenue alrededor de las 7:30 a. m. del domingo. Luego, se sentó en un banco y observó.
Abandonó la escena tranquilamente tras la llegada de la policía, pero fue arrestado más tarde en la estación 34th Street-Herald Square en Manhattan.
El hombre enfrenta cargos de asesinato en primer y segundo grado, además de incendio provocado. Los fiscales de Brooklyn presentarán cargos adicionales tras la autopsia, que se retrasó debido a la grave condición del cuerpo de la víctima.
Zapeta-Calil había sido deportado en 2018 después de cruzar ilegalmente la frontera de Estados Unidos. Sin embargo, logró reingresar y, desde marzo de 2023, residía en varios refugios de Nueva York antes del incidente.
Las autoridades de inmigración han anunciado una orden de detención mientras el acusado enfrenta cargos por asesinato. Si es condenado, se iniciarán procedimientos de deportación tras cumplir cualquier sentencia de prisión.
El caso también ha generado preguntas sobre la falta de intervención de los transeúntes, ya que videos muestran a varias personas observando sin actuar, incluido un hombre grabando con su teléfono.
Curtis Sliwa, fundador de los Guardian Angels, atribuyó esta pasividad al “efecto Daniel Penny”, en referencia al exmarine acusado de asesinato tras intervenir en un incidente en el metro el año pasado. Aunque Penny fue absuelto, su experiencia legal parece haber disuadido a otros de actuar.