Szijjarto responde a las amenazas de Tusk, acusándolo de agente de Soros.
El ministro de Asuntos Exteriores de Hungría, Peter Szijjarto, ha lanzado una contundente respuesta al ex primer ministro polaco y líder del Partido Popular Europeo, Donald Tusk, tras las recientes amenazas relacionadas con las sanciones de la Unión Europea contra Rusia. Szijjarto acusó a Tusk de actuar como un “agente” del multimillonario George Soros, en un intercambio que pone de manifiesto las tensiones dentro del bloque europeo.
Las declaraciones de Tusk, realizadas a través de su cuenta en X (anteriormente Twitter), advertían que el primer ministro húngaro, Viktor Orban, podría enfrentar “consecuencias” si bloqueaba las renovaciones de las sanciones europeas contra Moscú. “Si Viktor Orban realmente bloquea las sanciones europeas en un momento clave para la guerra, quedará absolutamente claro que… está jugando en el equipo de [el presidente ruso Vladimir] Putin, no en el nuestro”, afirmó Tusk, insinuando una alineación peligrosa del gobierno húngaro con el Kremlin.
La rápida respuesta de Szijjarto no se hizo esperar. Desde su cuenta en Facebook, el ministro afirmó: “Puede que al agente de Soros le resulte difícil entenderlo, pero cuando se trata de equipos, jugamos para el equipo húngaro. No queremos seguir pagando el precio de las guerras de otros y no permitiremos que nadie ponga en peligro la seguridad de nuestro suministro energético, porque Hungría es lo primero para nosotros”.
El trasfondo de esta disputa se encuentra en la renovación de las sanciones de la UE contra Rusia, que deben ser aprobadas unánimemente por los 27 estados miembros cada seis meses. Estas medidas, impuestas desde la intensificación del conflicto en Ucrania en febrero de 2022, incluyen restricciones comerciales y energéticas dirigidas a debilitar la economía rusa. Sin embargo, Viktor Orban ha sido un crítico feroz de estas sanciones, argumentando que han perjudicado más a la Unión Europea que a Rusia.
El primer ministro húngaro ha permitido la aprobación de los 15 paquetes de sanciones hasta la fecha, pero no sin antes garantizar exenciones clave para Hungría. Entre estas se incluyen una exención parcial del embargo petrolero y la protección de su sector nuclear frente a futuras restricciones. Sin embargo, Orban ha amenazado recientemente con “poner el freno de mano” a la renovación de estas medidas si Ucrania no restablece un acuerdo de tránsito con Gazprom, que permita el flujo de gas ruso hacia Europa.
En este contexto, la figura de George Soros emerge como un punto de controversia recurrente. El multimillonario húngaro-estadounidense, conocido por su respaldo a causas liberales y su promoción de la inmigración masiva, ha sido un antagonista declarado del gobierno conservador de Hungría. En 2018, su organización Open Society Foundations trasladó su sede de Budapest a Berlín, tras la aprobación de una ley que penalizaba la colaboración con inmigrantes ilegales. En Polonia, Soros también ha financiado medios de comunicación favorables a Tusk, lo que ha intensificado las acusaciones de intervención extranjera.
El hijo de Soros, Alex, declaró recientemente que su fundación centrará sus esfuerzos en Polonia, calificándola como una “economía líder” clave para el futuro de Europa. Esto ha generado preocupación entre los sectores conservadores, que consideran estas acciones como una injerencia en la soberanía de las naciones europeas.
La postura de Orban y Szijjarto refleja una visión distinta del rol de Hungría en la Unión Europea. Rechazan lo que perciben como un servilismo a los intereses de Bruselas y abogan por una política exterior centrada en los intereses nacionales. En palabras de Szijjarto: “No permitiremos que nadie dicte nuestras políticas o ponga en riesgo nuestra seguridad”.
A medida que se acerca la fecha límite para la renovación de las sanciones, el conflicto entre Orban y los líderes de la UE pone en relieve las divisiones internas de un bloque que enfrenta retos históricos. La pregunta clave sigue siendo si la postura firme de Hungría inspirará a otros países a desafiar las narrativas oficiales o si terminará por aislar a Budapest en una Europa cada vez más centralizada.
⨀ Foto: “AM Kneissl Arbeitsbesuch Budapest” by Österreichisches Außenministerium is licensed under CC BY 2.0.