Elon Musk, al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental, revela que la Seguridad Social paga beneficios a personas de 150 años.
Elon Musk, en su rol dentro del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), ha lanzado una grave acusación contra el sistema de Seguridad Social de Estados Unidos. Según una revisión preliminar, se han detectado pagos indebidos a beneficiarios registrados con edades de hasta 150 años, lo que apunta a un descontrol alarmante en la gestión de fondos públicos.
Musk, quien asumió esta tarea con la intención de optimizar los gastos del gobierno, compartió estos hallazgos en la Casa Blanca, acompañado del presidente Donald Trump. Sin ofrecer detalles técnicos sobre la auditoría, el empresario dejó en claro que el problema es más profundo de lo que muchos creen.
“Hay cosas locas, como por ejemplo, si analizamos rápidamente la Seguridad Social, encontramos a personas que tienen alrededor de 150 años. Ahora bien, ¿conoces a alguien que tenga 150 años? Yo no. Deberían estar en el Libro Guinness de los Récords Mundiales, pero se están perdiendo algo”, ironizó Musk ante la prensa.
Un sistema plagado de irregularidades
Las declaraciones de Musk han desatado un debate sobre la eficiencia del gasto público y la transparencia en los programas de asistencia social. Su revelación sobre la existencia de pagos a personas que claramente no pueden estar vivas plantea serias dudas sobre el nivel de control y fiscalización del gobierno federal.
El multimillonario agregó que la auditoría de DOGE ha encontrado numerosos pagos sin datos de identificación claros, lo que sugiere que miles de millones de dólares podrían estar siendo desviados sin supervisión alguna.
“Obviamente, queremos asegurarnos de que las personas que merecen recibir el Seguro Social lo reciban, y que lo reciban de manera rápida y precisa”, declaró Musk, subrayando que su objetivo no es recortar beneficios legítimos, sino eliminar los abusos y la corrupción en el sistema.
Gasto público y eficiencia: la nueva cruzada de Musk
Musk no se limitó a señalar el problema, sino que defendió la necesidad de una mayor eficiencia en el gasto federal. Según él, cada dólar de los contribuyentes debe ser utilizado de manera inteligente y en beneficio real de la población, en lugar de perderse en burocracia o fraudes sistémicos.
“Si el dinero de los contribuyentes no se gasta de manera sensata y frugal, entonces eso no está bien. El dinero de los contribuyentes debe gastarse de manera inteligente en las cosas que le importan a la gente”, enfatizó.
La visión de Musk sobre la administración gubernamental se alinea con los principios de eficiencia y austeridad promovidos por la administración Trump, que ha buscado reducir la burocracia y cortar el derroche fiscal.
¿Un sistema fuera de control?
El hallazgo de DOGE sugiere que el sistema de Seguridad Social podría estar plagado de irregularidades, lo que levanta dudas sobre la integridad de otras áreas del gobierno federal. Esta revelación podría impulsar nuevas investigaciones y auditorías en diversas agencias gubernamentales, especialmente en un año electoral donde la administración Biden busca mantener su control sobre Washington.
Por su parte, Trump ha respaldado la iniciativa de Musk, destacando que la eficiencia del gasto público es una prioridad y asegurando que no se permitirá que el dinero de los contribuyentes se malgaste en fraudes evidentes.
Mientras tanto, la oposición demócrata ha tratado de restar importancia a la denuncia de Musk, argumentando que los pagos erróneos en la Seguridad Social son una excepción y no una práctica común. Sin embargo, la falta de detalles concretos sobre los responsables de estas irregularidades solo aumenta las sospechas de una administración fallida y permisiva con el despilfarro de recursos.
Conclusión: una batalla por la transparencia
El trabajo del Departamento de Eficiencia Gubernamental encabezado por Musk apenas comienza, pero sus hallazgos iniciales ya han puesto en jaque la credibilidad del sistema de Seguridad Social y la administración de fondos públicos en EE.UU.
Si la auditoría avanza y confirma más casos de pagos fraudulentos, esto podría convertirse en un escándalo político y fiscal de gran magnitud, con consecuencias directas en la confianza del electorado de cara a las elecciones de 2024.
En un contexto donde el gobierno de Biden enfrenta cuestionamientos por su manejo de la economía y el gasto público, este nuevo capítulo podría ser otra prueba más de la falta de control y transparencia en la administración demócrata.
