La empresa sigue los pasos de Walmart y McDonald’s, alejándose de las iniciativas de diversidad y equidad.

En un giro estratégico significativo, Target ha anunciado oficialmente que pondrá fin a sus políticas de diversidad, equidad e inclusión (DEI), siguiendo los pasos de grandes empresas como Walmart y McDonald’s. Esta decisión, comunicada a través de un memorando interno enviado a los empleados, señala el fin de las cuotas empresariales diseñadas para incluir un porcentaje específico de mercancías provenientes de empresas propiedad de negros, así como otros objetivos de DEI previamente establecidos.

“Muchos años de datos, conocimientos, escucha y aprendizaje han ido dando forma a este próximo capítulo de nuestra estrategia”, escribió Fernández, portavoz de Target, en el memorando. Según el documento, la empresa ha decidido concentrarse en un modelo más tradicional que priorice el crecimiento comercial y la conexión directa con los consumidores, sin depender de iniciativas como las establecidas en los últimos años.

El Fin de una Era DEI

Las políticas DEI de Target, implementadas tras las protestas de Black Lives Matter de 2020 en respuesta a la muerte de George Floyd, incluyeron metas de tres años para fomentar la equidad racial y la diversidad en el ámbito corporativo. Estas políticas también involucraron la participación en encuestas nacionales de diversidad, como el Índice de Igualdad Corporativa de la Campaña de Derechos Humanos, que mide el trato hacia los empleados LGBTQ.

Sin embargo, el reciente memorando indica que estas iniciativas llegarán a su fin. “Seguimos centrados en impulsar nuestro negocio creando un sentido de pertenencia para nuestro equipo, nuestros clientes y nuestras comunidades a través de un compromiso con la inclusión”, afirmaron desde la compañía. Según Target, el sentido de pertenencia sigue siendo un pilar de su cultura corporativa, pero sin los objetivos formales de las políticas DEI.

Reacciones Divididas

La decisión ha generado reacciones encontradas. Mientras algunos empleados y consumidores ven esto como un paso hacia una mayor neutralidad corporativa, otros lo perciben como un retroceso en los avances hacia la equidad social. Además, la decisión de Target llega pocos días después de que el presidente Donald Trump firmara una orden ejecutiva que prohíbe la implementación de políticas DEI en agencias federales, lo que subraya un cambio general en el panorama político y empresarial de Estados Unidos.

Mientras tanto, otras grandes corporaciones, como Costco y Apple, mantienen sus compromisos con las políticas DEI. De hecho, los accionistas de Costco rechazaron recientemente una propuesta que buscaba eliminar estas iniciativas, destacando un enfoque corporativo dividido entre diferentes industrias.

Un Cambio en la Narrativa Corporativa

El cambio estratégico de Target también refleja una tendencia más amplia entre algunas grandes empresas que buscan redirigir sus prioridades en un entorno político y económico cada vez más complejo. Al alejarse de las métricas DEI y centrarse en la creación de “un sentido de pertenencia” para empleados y consumidores, la compañía parece querer evitar controversias políticas y enfocarse en resultados financieros más predecibles.

Sin embargo, críticos de esta decisión argumentan que el abandono de las políticas DEI podría tener repercusiones en la percepción de la marca entre los consumidores más jóvenes y diversos. Las empresas que optan por distanciarse de estas iniciativas deben equilibrar cuidadosamente las demandas de una base de clientes cambiante con la presión de los accionistas y el entorno político actual.

El Futuro de las Políticas DEI

La decisión de Target plantea una pregunta crucial sobre el futuro de las políticas de diversidad, equidad e inclusión en el ámbito corporativo. Mientras algunas empresas, como Costco y Apple, permanecen firmes en sus compromisos con DEI, otras parecen estar reconsiderando su papel en una estrategia empresarial más amplia.

En última instancia, el abandono de las políticas DEI por parte de Target podría marcar el comienzo de un cambio más amplio en cómo las grandes corporaciones abordan estos temas. A medida que las empresas navegan por un panorama empresarial cada vez más polarizado, el equilibrio entre responsabilidad social y rentabilidad seguirá siendo un desafío clave.