La nueva administración apuesta por el dominio energético, la reducción de burocracia y la innovación en energía barata.
El presidente Donald Trump impulsa una transformación en la política energética de EE.UU. con el objetivo de lograr el dominio energético y reducir la dependencia extranjera. La creación del Consejo Nacional de Dominio Energético busca desregular el sector y fomentar la producción. Mientras Europa enfrenta crisis energéticas, EE.UU. apuesta por el crecimiento económico a través de energía barata y accesible. ¿Será esta la clave para la independencia energética?
Apenas un mes en el cargo, el presidente Donald Trump ya está marcando un cambio de rumbo en la política energética de Estados Unidos. La nueva administración ha anunciado medidas contundentes para desregular el sector energético, fomentar la producción y garantizar el crecimiento económico basado en energía accesible.
Según Bjorn Lomborg, politólogo y presidente del Copenhagen Consensus Center, el enfoque de Trump responde a una necesidad fundamental:
“La energía es el elemento vital para garantizar que tengamos sociedades prósperas… Y eso es lo que hará”, afirmó Lomborg en la conferencia de la Alianza para la Ciudadanía Responsable (ARC) en Londres.
De La Restricción A La Expansión Energética
El gobierno anterior limitó la expansión energética con la reducción de permisos de perforación en tierras federales. Ahora, la Casa Blanca ha establecido el Consejo Nacional de Dominio Energético, con el propósito de:
- Eliminar trabas burocráticas en la producción de combustibles fósiles.
- Aumentar la independencia energética de EE.UU.
- Fomentar la innovación en tecnologías energéticas.
El memorando presidencial enfatiza que el objetivo es “liberar la energía estadounidense”, permitiendo que la industria crezca sin regulaciones restrictivas.
Energía Y Cambio Climático: Un Equilibrio Necesario
Si bien la administración Trump ha sido criticada por sus posturas sobre el cambio climático, Lomborg destaca que abordar esta cuestión no significa ahogar la economía en regulaciones. Su propuesta es clara:
“Reducir la financiación global de políticas climáticas ineficaces y redirigir fondos a innovación tecnológica.”
Según Lomborg, una inversión de 30.000 millones de dólares en energía nuclear de cuarta generación permitiría hacerla más barata que los combustibles fósiles, incentivando a países como China y las naciones africanas a adoptarla de manera natural.
Europa En Crisis Energética: Un Modelo A Evitar
Mientras Trump busca fortalecer la seguridad energética en EE.UU., Europa enfrenta un escenario opuesto. Alemania y el Reino Unido han apostado por una transición energética forzada que ha generado costos elevados y dependencia externa.
- Alemania: En 2010, el 79,6% de su energía provenía de combustibles fósiles; en 2023, la cifra seguía en 79,3%.
- Reino Unido: Desde 2003, los costos de la electricidad se triplicaron, afectando hogares y empresas.
La falta de una política energética estable en Europa ha hecho que muchas industrias consideren trasladar su producción a China o la India, donde los costos energéticos son más bajos.
Energía Barata: Clave Para El Desarrollo Global
El acceso a energía barata no solo beneficia a Estados Unidos, sino también a las economías en desarrollo. Lomborg señala que la mayoría de los países pobres dependen del carbón y otros combustibles fósiles debido a su bajo costo.
“Es fácil para los ricos del mundo decir que podemos arreglárnoslas con menos energía. Pero la mayoría de la gente en este mundo es increíblemente pobre y necesita mucha, mucha más energía”, explicó.
El enfoque de Trump prioriza la disponibilidad de energía sobre la imposición de modelos costosos y poco eficientes, evitando políticas que perjudiquen a las economías emergentes.
El Desafío De La ONU Y El Futuro De La Energía
Mientras la ONU sigue promoviendo la política de cero emisiones netas para 2050, Lomborg considera que esta meta es impracticable y dañina para los países más pobres.
“No hay forma de que podamos hacerlo… Va a ser increíblemente costoso y perjudicial, especialmente para los países en desarrollo”, advirtió.
En este contexto, la administración Trump busca distanciarse de los modelos energéticos impuestos por organismos internacionales y adoptar un enfoque pragmático basado en la eficiencia económica y el crecimiento.
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