La administración Trump cerró Radio y Televisión Martí, un gasto millonario inútil que jamás logró su supuesto objetivo: socavar la dictadura cubana. Lejos de ser una voz de libertad, la emisora adoptó una línea izquierdista y globalista, despidiendo periodistas por criticar a George Soros. Su cierre representa un golpe a la propaganda y un triunfo para los contribuyentes estadounidenses.
El Cierre De Radio Y Televisión Martí: Un Golpe Al Despilfarro Globalista
Un Proyecto Fracasado Desde El Inicio
Radio y Televisión Martí nacieron con la promesa de ser un bastión de la libertad en Cuba. Sin embargo, nunca tuvieron impacto real en la isla. Desde su creación en 1985, su audiencia en Cuba fue casi nula debido al bloqueo del régimen castrista. La realidad es que la emisora se convirtió en un elefante blanco financiado por los contribuyentes estadounidenses.
El cierre de esta plataforma bajo la administración Trump fue una decisión lógica y responsable. Era un gasto innecesario y un vehículo de la narrativa globalista disfrazada de periodismo. Su clausura representa una victoria para la verdad y la lucha contra la manipulación mediática.
Radio Martí: Un Despilfarro Sin Resultados
Entre los múltiples problemas de Radio y Televisión Martí, destaca su pésima gestión financiera. Se gastaban decenas de millones de dólares anuales para producir contenido que nadie en Cuba podía ver o escuchar. La censura del régimen comunista hacía imposible que llegara a la audiencia para la que supuestamente estaba destinada.
Lo más grave es que en lugar de ser una voz disidente y conservadora, la emisora adoptó un sesgo izquierdista y globalista. En vez de denunciar con contundencia la opresión castrista, reproducía una versión suavizada del discurso oficialista y atacaba a los valores que realmente desafían al totalitarismo.
Censura Y Agenda Globalista
Uno de los episodios más reveladores de la verdadera naturaleza de Radio y Televisión Martí fue el despido de periodistas por criticar a George Soros. En 2018, un grupo de comunicadores fue removido por hacer una investigación sobre la influencia de Soros en la política internacional. ¿Desde cuándo una emisora financiada por el gobierno de EE.UU. protege a un magnate globalista en lugar de defender la libertad de expresión?
Este caso confirmó lo que muchos sospechaban: Radio Martí había sido infiltrada por la izquierda y su misión ya no era denunciar la tiranía, sino servir a la narrativa del progresismo globalista. Trump, con su decisión de cerrarla, corrigió esta anomalía y eliminó un brazo propagandístico innecesario.
Una Decisión Necesaria Y Patriótica
Cuba sigue siendo una dictadura cruel y oprobiosa, y el cierre de Radio y Televisión Martí no cambia esa realidad. Sin embargo, lo que sí cambia es la forma en que EE.UU. invierte sus recursos. En lugar de malgastar dinero en un medio ineficaz, es momento de apoyar estrategias reales para socavar el régimen castrista.
La administración Trump comprendió que no se trata de financiar discursos vacíos, sino de tomar medidas concretas. Eliminar Radio y Televisión Martí fue un paso en la dirección correcta.
Conclusión: Un Triunfo Contra La Propaganda
El cierre de Radio y Televisión Martí no es una pérdida, sino una limpieza necesaria. No solo se eliminó un gasto inútil, sino que se golpeó a una estructura de manipulación mediática que servía a intereses ajenos a la causa de la libertad en Cuba.
El globalismo y la censura mediática no deben ser financiados por los contribuyentes estadounidenses. Trump lo entendió y actuó en consecuencia. Ahora la pregunta es: ¿qué otros medios seguirán este camino?
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Daniela Reins-Ramos y Rafael Piñeiro-López colaboraron en la redacción de este artículo de manera exclusiva para Hombres Sabios Magazine.
