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Iron Maiden De Mejor A Peor: La Lista Que Nadie Se Atreve A Hacer

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¿Te atreves a cuestionar a los dioses del heavy metal? En esta lista de discos de Iron Maiden de mejor a peor, César Cáustico expone sin piedad lo que muchos piensan y pocos dicen. Desde la gloria de The Number of the Beast hasta el naufragio de Virtual XI, una clasificación sin filtros para fans que no se tragan cualquier cosa.


Iron Maiden: Del Olimpo al Ocaso (Una lista sin misericordia)

Hay quienes creen que todo lo que toca Iron Maiden es oro. Hay quienes veneran cualquier gruñido de Dickinson como si fuera el eco de un dios metálico. Y luego estamos los herejes. Los que escuchamos los discos, los desmenuzamos, y sí, nos atrevemos a decir: esto es bueno, esto es mediocre, y esto… esto es relleno de gira mundial con entradas a 200 dólares.

Aquí, sin incienso ni camisetas negras, la lista definitiva de Iron Maiden de mejor a peor. Que lluevan los comentarios.

1. The Number of the Beast (1982)

El génesis del Maiden verdadero. Primer disco con Dickinson y el primero con un pie en el cielo. “Hallowed Be Thy Name” es, literalmente, la canción con la que cualquier otro cierre de disco queda humillado.

2. Powerslave (1984)

Egipto, guitarras gemelas, velocidad, épica. Aquí Maiden fue más allá del heavy metal: creó un idioma. “Aces High” y “Rime of the Ancient Mariner” son dos extremos de un mismo relámpago.

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3. Seventh Son of a Seventh Son (1988)

El disco en el que Iron Maiden se volvió progresivo sin perder potencia. Su último gran acto antes de que empezara la decadencia lenta. Conceptual, místico y complejo. Si no te gusta, vuelve a escuchar reggaetón.

4. Piece of Mind (1983)

Bruce ya estaba cómodo, las canciones fluyen con elegancia y agresividad. “Revelations” y “The Trooper” lo convierten en un disco sin relleno. No hay baladas, ni falta que hace.

iron maiden list

5. Somewhere in Time (1986)

El disco de las guitarras sintetizadas. Muchos lo miraron con desconfianza, pero “Wasted Years” sigue siendo una de las canciones más humanas y atemporales del catálogo. Cuando experimentan, suena bien. Cuando repiten fórmula, no tanto.

6. Iron Maiden (1980)

Crudo, sucio y callejero. Paul Di’Anno escupe más que canta y eso está bien. El espíritu punk del NWOBHM está aquí intacto. “Phantom of the Opera” ya dice todo lo que vendrá después.

7. Killers (1981)

Más pulido, pero sin Bruce aún. Un disco que muchos infravaloran, aunque tiene riffs que no envejecen y un espíritu callejero que Maiden abandonó después. “Murders in the Rue Morgue” es dinamita.

8. Brave New World (2000)

Regreso glorioso de Dickinson y Adrian Smith. Un disco que sorprendió a todos con canciones que suenan maduras pero sin volverse aburridas. “Blood Brothers” es probablemente el mejor tema que escribieron en los 2000s.

9. A Matter of Life and Death (2006)

Oscuro, filosófico y coherente. Aquí Maiden se puso serio de verdad. Nada de hits inmediatos: hay que masticarlo. Algunos fans lo encuentran denso. Pues maduren.

10. The Book of Souls (2015)

Ambicioso, largo y valiente. “Empire of the Clouds” es una ópera. Sí, dura 18 minutos. Y sí, si no tienes paciencia, sigue con Spotify y cambia de canción como un zombi.

11. The Final Frontier (2010)

Un disco raro. Algunas canciones brillan, otras parecen sobras de estudio. El intento de ser “épicos” sin justificación comienza a cansar. Pero “When the Wild Wind Blows” rescata todo.

12. Dance of Death (2003)

Relleno disfrazado de grandeza. Tiene sus momentos (“Paschendale” es tremendo), pero por cada joya hay dos canciones que parecen hechas para que puedas ir al baño en el concierto.

13. Senjutsu (2021)

Tres palabras: demasiado, largo, pretencioso. ¿Es un mal disco? No. ¿Lo vas a volver a escuchar entero? No. La banda suena cansada, como si estuvieran componiendo con una taza de té y la agenda del tour en la otra mano.

14. The X Factor (1995)

Blaze Bayley entra en escena. El tono se vuelve oscuro, introspectivo, casi depresivo. “Sign of the Cross” es excelente. El resto… un intento de encontrar un rumbo que nunca llegó.

15. No Prayer for the Dying (1990)

El disco donde Iron Maiden quiso sonar “más simple”. Resultado: suenan más tontos. Sólo “Bring Your Daughter…” sobrevivió, y lo hizo más por el morbo que por el riff.

16. Virtual XI (1998)

Nada duele más que ver una gran banda autoplagiarse con un vocalista que no encaja. “The Clansman” es lo único que se salva, y mejor aún en vivo con Dickinson. Este disco es el sótano del catálogo.


¿Opiniones? Seguro. Pero recuerda: los verdaderos fans no son los que aplauden todo, sino los que saben cuándo decir “esto no está a la altura”. Y Iron Maiden, como todo en esta vida, ha tenido cumbres… y baches profundos.

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