El representante Thomas Massie (R-KY) generó controversia al comparar a Mike Johnson con el ex presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, conocido por su postura crítica hacia Donald Trump. La declaración surge tras un acuerdo presupuestario que Johnson negoció con apoyo unánime de los demócratas, lo que provocó un fuerte rechazo de algunos republicanos.
“El 3 de enero de 2017, todos los republicanos, excepto yo, eligieron a Paul Ryan como presidente de la Cámara. Ryan propuso una falsa derogación del ObamaCare, aumentó el gasto, respaldó el estado profundo y no financió un muro”, recordó Massie. Enfatizó que Johnson podría repetir esos errores: “Mike Johnson es el próximo Paul Ryan”.
Trump no tardó en intervenir, respaldando a Johnson con firmeza. “El pueblo estadounidense necesita un alivio inmediato de las políticas destructivas de la última administración. Mike Johnson es un hombre bueno, trabajador y religioso. Haremos lo correcto y seguiremos ganando. ¡MAGA!”, proclamó el exmandatario.
Mientras tanto, otros republicanos, como la representante Victoria Spartz (R-IN), han expresado reservas. “Entiendo por qué Trump respalda a Johnson, pero necesitamos garantías de que no venderá a los republicanos al pantano”, declaró. Spartz también exigió planes concretos para enfrentar la crisis fiscal, destacando la necesidad de transparencia, auditorías y reformas estructurales.
El liderazgo de Johnson también enfrenta cuestionamientos por su postura en temas internacionales, como Ucrania, y por las medidas que adoptó para evitar un cierre gubernamental. A pesar de los apoyos, crece el escepticismo entre algunos sectores del Partido Republicano.
“El destino de nuestra República está en juego”, concluyó Spartz, instando al Congreso a cumplir con su mandato constitucional. Con la votación en puerta, el futuro de Johnson dependerá de cómo aborde las demandas de sus colegas y logre equilibrar el respaldo de Trump con las crecientes tensiones dentro del partido.