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TikTok y la Hipocresía en la Seguridad Nacional

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La polémica legal contra TikTok pone en evidencia la doble moral de Occidente: ¿por qué no aplicar los mismos estándares a gigantes como Facebook? El caso abre el debate sobre derechos de pertenencia y libertades individuales frente a los intereses geopolíticos.

La batalla legal en torno a TikTok, la popular aplicación de redes sociales, ha tomado un giro crucial con la petición del Departamento de Justicia (DOJ) de Estados Unidos a la Corte Suprema de rechazar la solicitud del expresidente Donald Trump de retrasar una ley que exige la venta de los activos estadounidenses de TikTok antes del 19 de enero de 2025. Esta legislación, implementada en abril de 2024, busca que ByteDance, su propietario chino, desinvierta o enfrente una prohibición, justificándose en preocupaciones de seguridad nacional.

Sin embargo, esta medida levanta serios interrogantes sobre la equidad y la verdadera motivación detrás de las acciones del gobierno estadounidense. TikTok ha sido señalado como una amenaza potencial debido a los vínculos de ByteDance con el gobierno chino, pero, ¿por qué no aplicar el mismo nivel de escrutinio a empresas como Facebook, Google o Amazon, que también recopilan cantidades masivas de datos personales? Estas empresas, con sede en Occidente, han sido acusadas repetidamente de prácticas cuestionables de privacidad, sin que ello conlleve prohibiciones o desinversiones obligatorias.

Derechos bajo amenaza

TikTok y ByteDance argumentan que la ley no solo discrimina injustamente a una empresa por su origen chino, sino que también vulnera derechos protegidos por la Primera Enmienda. Este enfoque punitivo, que parece más político que práctico, ignora plataformas de propiedad china como Shein o Temu, que también operan libremente en el mercado estadounidense. ¿Acaso estas plataformas no representan un riesgo similar según la lógica gubernamental?

Más inquietante aún es la forma en que este caso socava los derechos de pertenencia y las libertades empresariales bajo la bandera de la “seguridad nacional”. Esto sienta un peligroso precedente donde gobiernos puedan justificar medidas arbitrarias contra cualquier entidad bajo el argumento de riesgos indefinidos.

Una medida hipócrita

El sesgo en contra de TikTok resalta la hipocresía inherente en la narrativa de seguridad nacional. Facebook, por ejemplo, fue acusado en repetidas ocasiones de colaborar con agencias gubernamentales en programas de vigilancia masiva, como lo revelaron los documentos de Edward Snowden. Sin embargo, nadie propuso su prohibición.

Imagine.art

La raíz del conflicto parece ser menos una preocupación genuina por la privacidad y más una herramienta geopolítica contra China, una potencia emergente que amenaza la hegemonía tecnológica de Estados Unidos. Si la verdadera intención fuese proteger a los ciudadanos estadounidenses, las leyes deberían abordar la problemática de la recopilación de datos en toda la industria tecnológica, no solo en empresas extranjeras.

El impacto en la sociedad

Más allá de lo legal, este caso afecta directamente a millones de usuarios estadounidenses y podría sentar un precedente peligroso sobre la regulación tecnológica. ¿Se está sacrificando la libertad de expresión en nombre de una seguridad nacional selectiva? Las decisiones de los tribunales y del presidente Biden en las próximas semanas serán críticas para determinar no solo el destino de TikTok, sino también el equilibrio entre las libertades individuales y los intereses gubernamentales en el siglo XXI.

Este caso no es solo sobre TikTok; es sobre la libertad de pertenecer, operar y expresarse en un mundo donde la privacidad parece ser una moneda de cambio para intereses geopolíticos. Si no cuestionamos estas medidas, el próximo objetivo podría ser cualquiera de nosotros.