Pulsa «Intro» para saltar al contenido

Biden premia a Liz Cheney pese a su papel divisivo en el Comité del 6 de enero

"Liz Cheney - Caricature" by DonkeyHotey is licensed under CC BY-SA 2.0.
Puedes compartir esta historia:

El presidente Joe Biden ha causado indignación en sectores conservadores al otorgar la Medalla Presidencial de Ciudadanos a la ex congresista de Wyoming Liz Cheney, quien ha sido ampliamente criticada por su participación en el desacreditado Comité Selecto del 6 de enero. Este comité, formado de manera cuestionable y disuelto posteriormente, se dedicó más a perseguir a opositores políticos que a buscar la verdad.

Liz Cheney, otrora una figura destacada dentro del Partido Republicano, cayó en desgracia al colaborar con los demócratas en un esfuerzo que muchos consideran una cruzada personal contra el ex presidente Donald Trump y sus aliados. Su papel ha sido señalado por múltiples irregularidades, entre ellas, la manipulación de testigos, según un informe reciente del congresista Barry Loudermilk.

Entre las acusaciones, destaca el caso de Cassidy Hutchinson, exasistente de la Casa Blanca, quien modificó su testimonio bajo la aparente influencia de Cheney. Hutchinson, inicialmente considerada una testigo menor, se convirtió en la estrella del comité tras ofrecer declaraciones extravagantes y poco creíbles sobre el comportamiento de Trump. Sin embargo, estas afirmaciones fueron rápidamente desmentidas, exponiendo la falta de rigor y la agenda política del Comité Selecto.

La premiación también incluyó al representante Bennie Thompson, demócrata de Mississippi, quien presidió el comité. Thompson tiene un historial cuestionable, ya que en 2004 se negó a certificar los resultados de las elecciones presidenciales, un gesto que evidencia la hipocresía de aquellos que ahora buscan criminalizar objeciones legítimas en 2020.

Por otro lado, el Comité Selecto ignoró aspectos clave, como la negativa de Nancy Pelosi a desplegar la Guardia Nacional, lo que habría podido prevenir el caos en el Capitolio. Estas omisiones intencionales refuerzan la percepción de que el comité no buscaba justicia, sino venganza política.

Imagine.art

El reconocimiento a Cheney llega en un momento en que enfrenta posibles investigaciones penales por interferencia de testigos. Paradójicamente, la misma Cheney que amenazó con procesar a quienes intentaran influir en el testimonio de otros ahora está siendo señalada por conductas similares. Este doble estándar es emblemático de la política divisiva y la falta de autocrítica que caracterizaron las acciones del comité.

La decisión de Biden de premiar a Cheney y Thompson no solo deslegitima un honor civil, sino que también subraya la politización de las instituciones en un intento de reescribir la narrativa del 6 de enero. Para muchos conservadores, este acto representa un desprecio a la verdad y una muestra de cómo el poder puede ser utilizado para recompensar la lealtad partidista en lugar de la integridad y el servicio real a la nación.