Bajo el liderazgo de Pedro Sánchez, España ha experimentado una avalancha migratoria sin precedentes. Con 348.167 entradas ilegales registradas hasta marzo de 2025 y una promesa de recibir 250.000 inmigrantes anuales, la situación ha alcanzado niveles de distopía. Pero no se preocupen, que según el Gobierno, todo esto es “sostenible” y necesario para el futuro del país.

España: ¿El Nuevo Paraíso de la Inmigración Ilegal?

Pedro Sánchez, ese gran visionario de la España del siglo XXI, ha decidido convertir al país en el destino turístico preferido de la inmigración ilegal. Y lo ha logrado con cifras que harían palidecer a cualquier nación con un mínimo de sentido común: 348.167 inmigrantes ilegales han llegado a España hasta marzo de 2025. ¡Casi nada!

Pero lo mejor de todo es que, si uno le pregunta a las autoridades, resulta que estas son solo las cifras oficiales. Porque claro, ¿quién necesita controlar las fronteras cuando se puede gestionar la migración con discursos sobre diversidad y solidaridad?

La Estrategia de Sánchez: Fronteras Abiertas y Ojos Cerrados

Desde que el líder socialista se instaló en Moncloa en 2018, la política migratoria de España ha sido un verdadero show de puertas giratorias. Solo en la segunda mitad de ese año, el país recibió 53.572 inmigrantes ilegales, un 82% del total anual. Sánchez lo entendió rápido: si abres la puerta y anuncias que habrá casa, comida y sanidad gratis, la gente vendrá.

Y vinieron. En 2019, entraron 32.513 personas sin papeles. En 2020, pandemia mediante, subimos a 41.861 (porque los virus no detienen el flujo migratorio, solo las libertades de los ciudadanos). En 2021, Marruecos decidió hacer una bromita y dejó pasar 14.000 migrantes a Ceuta en 48 horas. España, claro, respondió con su clásica indignación diplomática: ninguna.

Para 2023, la cifra ascendió a 57.538 y en 2024 rompimos récords con 64.318 nuevos huéspedes, con Canarias convertido en un coladero donde los residentes ya se preguntan si siguen viviendo en España o en la antesala de una crisis humanitaria permanente.

El Milagro de la Sostenibilidad: 250.000 Migrantes Anuales Por Decreto

Pero tranquilos, que Sánchez tiene un plan. Y como todo buen socialista, su plan implica prometer lo imposible y venderlo como la única opción viable. En una visita a Mauritania en 2024, nuestro querido presidente anunció que España necesita recibir entre 200.000 y 250.000 inmigrantes cada año.

Sí, porque según él, el país necesita mano de obra para sostener el Estado del bienestar. No importa que el 57% de los españoles ya piense que hay demasiados inmigrantes. No importa que el desempleo siga siendo un problema y que la integración de los recién llegados sea un concepto más teórico que real. Lo importante es que el Gobierno ha decidido que esta es la única salida.

Y por si fuera poco, el Banco de España remata la faena con una predicción “tranquilizadora”: España necesitará 25 millones de inmigrantes en los próximos 25 años. ¿Qué podría salir mal?

Europa: Un Experimento de Sustitución Poblacional en Tiempo Real

España no está sola en esta fantasía de fronteras abiertas. La Unión Europea enfrenta una presión migratoria que desafía la capacidad del continente para absorber nuevas poblaciones. Mientras tanto, las tasas de natalidad europeas están en caída libre.

Los números son demoledores: en 2023, la UE registró solo 3,6 millones de nacimientos, con una tasa de fertilidad de 1,46 hijos por mujer. Para que un país no desaparezca, el número debería estar en 2,1. Pero claro, en lugar de incentivar la natalidad, la solución progresista es importar millones de personas de otras culturas y esperar que todo funcione mágicamente.

Si seguimos esta tendencia, Europa no solo perderá su identidad cultural, sino que también enfrentará una transformación social sin precedentes. Pero no se preocupen, que seguro los tecnócratas de Bruselas ya tienen algún plan maestro basado en discursos vacíos y políticas que nunca funcionarán.

El Futuro: Más Crisis, Más Gasto, Más Control

Mientras tanto, el ciudadano español promedio ve cómo su país cambia sin que nadie le pregunte si está de acuerdo. Cada nueva oleada migratoria se traduce en más presión sobre los servicios públicos, más inseguridad y más tensión social.

Pero al final del día, ¿qué importa la opinión del ciudadano común cuando el Gobierno ha decidido que la inmigración masiva es “inevitable”? Los que discrepan, por supuesto, son racistas, xenófobos y enemigos del progreso.

Bienvenidos a la España de Pedro Sánchez: una nación donde la soberanía es un chiste, la identidad cultural es un estorbo y el futuro se decide en oficinas de Bruselas y ONGs financiadas con dinero público.

💬 ¿España está preparada para esta avalancha migratoria o estamos presenciando un suicidio nacional en tiempo real?
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