El ex presidente Jimmy Carter, quien murió a los 100 años, dejó un legado que, desde una perspectiva libertaria, es altamente cuestionable. Aunque se le recuerda por su trabajo en los derechos humanos y la paz, su presidencia estuvo marcada por un intervencionismo estatal que no resolvió las problemáticas que enfrentaba el país y, a menudo, empeoró las situaciones internacionales.

Carter, elegido presidente en 1976, es conocido por su enfoque en los derechos humanos, pero este enfoque, en ocasiones, se tradujo en intervenciones que no siempre sirvieron al bienestar de las naciones involucradas. La crisis de los rehenes en Irán, que marcó su presidencia, es un claro ejemplo de un intento fallido de resolución de un conflicto internacional mediante políticas intervencionistas que solo sirvieron para fortalecer la hostilidad hacia EE. UU.

Tras su mandato, Carter dedicó su vida a la promoción de la paz a través del Carter Center, una organización que, si bien ha realizado algunas contribuciones positivas, también fue un vehículo para promover el intervencionismo a través de esfuerzos que, desde una perspectiva libertaria, podrían verse como imposiciones de una agenda política global. Carter fue admirado por su trabajo en la supervisión de elecciones, pero su enfoque de “imponer democracia” a naciones ajenas a la política estadounidense es un claro ejemplo de lo que los libertarios critican: la interferencia en los asuntos internos de otros países bajo el pretexto de los derechos humanos.

A lo largo de su vida, Carter también fue un firme defensor de la expansión del estado y del aumento de la intervención del gobierno en diversos ámbitos de la sociedad, desde la salud hasta la economía, lo que lo coloca en oposición directa a los principios del liberalismo clásico que aboga por una menor injerencia estatal en la vida de los ciudadanos. Si bien su trabajo en Habitat for Humanity es admirable, su legado político como presidente y defensor del estatismo deja mucho que desear para aquellos que defienden una visión más restringida del poder del gobierno.

En cuanto a su intervención en el conflicto de los rehenes iraníes y otros intentos de diplomacia que fracasaron estrepitosamente, es evidente que Carter fue incapaz de manejar eficazmente los intereses nacionales en un mundo cada vez más globalizado. Su política exterior, aunque bien intencionada, dejó a EE. UU. con una imagen de debilidad, y su fracaso en la resolución de la crisis de Irán le costó la reelección.

Carter también recibió el Premio Nobel de la Paz en 2002, un reconocimiento que, desde una óptica libertaria, parece más una recompensa por su papel como defensor de un orden internacional que a menudo no respeta la soberanía de las naciones, sino por sus esfuerzos para lograr lo que él consideraba una paz global mediante la intervención política.

En resumen, el legado de Carter, al menos desde una perspectiva libertaria, está marcado por el intervencionismo estatal, la expansión del poder del gobierno y un enfoque de “paz” que a menudo se traduce en más conflictos. Aunque admirado por muchos por sus esfuerzos en derechos humanos y construcción de viviendas, su presidencia y sus acciones posteriores refuerzan la crítica a la intervención política global que los libertarios rechazan.

UPDATE

El presidente electo Donald Trump envió sus condolencias a los familiares del expresidente Jimmy Carter tras su fallecimiento. 

Este domingo, Trump hizo una publicación en su red social Truth Social sobre el fallecimiento de Carter. 

“Acabo de enterarme de la noticia del fallecimiento del presidente Jimmy Carter. Quienes hemos tenido la suerte de haber sido presidentes entendemos que este es un club muy exclusivo y que sólo nosotros podemos entender la enorme responsabilidad que supone liderar a la nación más grande de la historia”, afirmó. “Los desafíos que Jimmy enfrentó como presidente llegaron en un momento crucial para nuestro país y él hizo todo lo que estuvo a su alcance para mejorar las vidas de todos los estadounidenses. Por eso, todos le debemos una deuda de gratitud”.

Crédito de la foto: “Jimmy Carter – Caricature” by DonkeyHotey is licensed under CC BY 2.0.