La administración Biden, liderada por el director general de salud pública Vivek Murthy, busca imponer advertencias sobre el riesgo de cáncer en productos alcohólicos, desatando el debate sobre los límites del gobierno en la vida privada de los estadounidenses.
Mientras los estadounidenses enfrentaban la resaca del Año Nuevo con propósitos de dejar la bebida, la administración Biden avanzó hacia un objetivo más radical: convertir cada mes en un “enero seco”.
La semana pasada, el director general de salud pública, Vivek Murthy, emitió un aviso destacando “el vínculo directo entre el consumo de alcohol y el aumento del riesgo de cáncer”. Este funcionario propone incluir advertencias sanitarias en productos alcohólicos y reevaluar los límites de consumo de alcohol establecidos, considerando los riesgos de cáncer.
Aunque pueda sonar como una iniciativa burocrática bienintencionada, detrás de esta medida hay implicaciones alarmantes.
Un comité secreto y su agenda globalista
Según informó The Daily Wire, un comité dentro del Departamento de Salud y Servicios Humanos está revisando las directrices dietéticas federales sobre el alcohol. Este panel, conocido como el Comité Coordinador Interinstitucional para la Prevención del Consumo de Alcohol por Menores (ICCPUD), no se limita a prevenir el consumo juvenil. Busca alinear a Estados Unidos con la posición de la Organización Mundial de la Salud: “ningún nivel de consumo de alcohol es seguro para la salud”.
Tres de los seis miembros del ICCPUD son burócratas canadienses que participaron en la reducción de las recomendaciones de consumo de alcohol en Canadá en 2013. Dicha iniciativa recibió rechazo incluso en un país que tolera medidas extremas como la eutanasia y el liderazgo de Justin Trudeau.
¿Ciencia o política?
Murthy cita estadísticas alarmantes: “El alcohol es responsable de 100,000 casos de cáncer y 20,000 muertes anuales en EE.UU.” Además, afirma que el 16.4% de los casos de cáncer de mama son atribuibles al alcohol.
Sin embargo, un estudio de las Academias Nacionales de Ciencias encontró que el consumo moderado de alcohol está relacionado con una menor mortalidad general, incluidos menores riesgos de infarto y derrames cerebrales. Otra investigación reciente de Harvard destaca beneficios como la reducción del azúcar en sangre y tasas más bajas de diabetes y ciertos tipos de cáncer.
Estas conclusiones cuestionan la narrativa de Murthy y demuestran que los efectos del alcohol en la salud son más complejos de lo que la administración pretende.
¿Un paso hacia el paternalismo estatal?
El llamado de Murthy a prohibir o restringir severamente el consumo de alcohol plantea dudas sobre el avance de políticas de estatismo paternalista en Estados Unidos. Aunque sus advertencias podrían no convertirse en ley sin la aprobación del Congreso, son un recordatorio de cómo los demócratas utilizan el poder para influir en la vida cotidiana.
Con un Congreso dividido y oposición bipartidista a estas medidas, es poco probable que las etiquetas de advertencia se materialicen. Sin embargo, el intento del gobierno de controlar los hábitos de los ciudadanos no debería tomarse a la ligera.
Este episodio subraya las prioridades de los demócratas al mando y su disposición a avanzar agendas globalistas y restrictivas. La próxima vez que ocupen la Casa Blanca, podríamos enfrentar un gobierno aún más intrusivo.
⨀ Foto: “Bar Friends” by glennharper is licensed under CC BY 2.0.