La campaña contra los hutíes en Yemen, liderada por el presidente Donald Trump bajo la “Operación Rough Rider”, ya ha costado cientos de millones y podría superar los mil millones de dólares esta semana. A pesar del gasto, el Pentágono reporta resultados limitados. El esfuerzo bélico despierta preocupaciones sobre recursos militares y prioridades estratégicas de Estados Unidos.