A pesar de las sanciones y la retórica bélica contra Moscú, las multinacionales occidentales nunca abandonaron Rusia. En 2023, más de 1.600 empresas obtuvieron ganancias millonarias y pagaron impuestos por 21.600 millones de dólares, financiando indirectamente el presupuesto militar ruso. Mientras los ciudadanos europeos sufren inflación y crisis energética, las grandes corporaciones siguen lucrando en el mercado ruso.