Transparencia histórica: la administración Trump ordena revelar la verdad sobre los asesinatos más controvertidos de EE. UU.
El presidente Donald Trump ha dado un paso histórico al firmar una orden ejecutiva para desclasificar los archivos relacionados con los asesinatos del expresidente John F. Kennedy, el exfiscal general Robert F. Kennedy y el líder de los derechos civiles Martin Luther King Jr. Esta decisión, que muchos consideran largamente esperada, busca arrojar luz sobre algunos de los eventos más controvertidos en la historia reciente de Estados Unidos.
“Muchos han esperado esto durante décadas”, dijo Trump al estampar su firma en el documento oficial. “Todo se revelará”. Acto seguido, el presidente entregó la pluma utilizada para la firma a Robert F. Kennedy Jr., hijo de RFK, como símbolo de la trascendencia de esta acción.
Una promesa cumplida
Desde su primer mandato, Trump prometió que haría públicos todos los documentos relacionados con el asesinato de JFK, asegurando que “la verdad es un derecho del pueblo estadounidense”. Sin embargo, esta promesa se vio retrasada por la resistencia de agencias gubernamentales durante las administraciones previas.
Los archivos desclasificados hasta la fecha representan el 97% de los registros, según la Administración Nacional de Archivos y Registros. No obstante, unos 3,000 documentos permanecían completamente clasificados, mientras que otros 30,000 contenían tachaduras. Estas omisiones alimentaron teorías de conspiración sobre la muerte de JFK, ocurrida el 22 de noviembre de 1963 en Dallas, Texas.
Trump criticó a sus predecesores, señalando que “la continua censura y retención de información no es coherente con el interés público”. La nueva orden ejecutiva estipula la divulgación total de los documentos relacionados no solo con JFK, sino también con los asesinatos del senador Robert F. Kennedy en 1968 y Martin Luther King Jr., ocurrido el mismo año.
Un paso hacia la verdad histórica
La Ley de Recopilación de Registros del Asesinato del Presidente John F. Kennedy, promulgada en 1992, había establecido un plazo para hacer públicos todos los archivos relacionados con el asesinato de JFK en 2017. Sin embargo, tanto las administraciones de Trump como la de Biden permitieron que varias agencias mantuvieran redacciones en ciertos documentos, retrasando el acceso completo a la información.
La orden ejecutiva firmada por Trump establece plazos claros para completar la desclasificación. El Director de Inteligencia Nacional y el Fiscal General tendrán 15 días para presentar un plan de divulgación completa de los registros de JFK y 45 días para los archivos relacionados con RFK y MLK.
“Más de 50 años después de estos asesinatos, es hora de que las familias y el pueblo estadounidense conozcan toda la verdad”, afirmó Trump. Su administración considera que esta medida es un paso necesario hacia la transparencia y la reconciliación histórica.
Un movimiento que trasciende
Los asesinatos de JFK, RFK y MLK han dejado profundas heridas en la historia estadounidense, alimentando décadas de especulación y desconfianza hacia las instituciones gubernamentales. Al ordenar la desclasificación completa de los documentos, Trump busca romper con el secretismo que ha rodeado estos eventos y responder a las demandas de verdad y justicia.
Este gesto no solo marca un hito en la historia política de Estados Unidos, sino que también refuerza la imagen de Trump como un líder dispuesto a enfrentar las narrativas oficiales y devolver el poder al pueblo.
“Este es un momento crucial para nuestra nación”, concluyó Trump. “La transparencia no es solo un derecho, sino una obligación de cualquier gobierno que aspire a la confianza de su pueblo”.
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