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Trump endurece política: deportaciones pese a negativa de Venezuela

"Thomas Homan" by Gage Skidmore is licensed under CC BY-SA 2.0.
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Tom Homan, jefe fronterizo designado por Donald Trump, aseguró que la nueva administración deportará a inmigrantes ilegales de Venezuela, incluso si el régimen de Maduro se niega a aceptarlos.

El nuevo jefe fronterizo del presidente electo Donald Trump, Tom Homan, afirmó en una entrevista reciente que la administración está preparada para deportar a inmigrantes ilegales de Venezuela, independientemente de si el régimen de Nicolás Maduro acepta recibirlos o no.

Homan hizo estas declaraciones durante el programa Face The Nation de CBS News, donde destacó el enfoque firme de Trump frente a la inmigración ilegal, comparándolo con el de administraciones anteriores.

“El presidente Trump demostró en su primera administración que su liderazgo marcó un punto de inflexión en esta materia. Por ejemplo, El Salvador no aceptaba a miembros de la MS-13 de regreso, pero Trump logró en 48 horas que esto cambiara. México tampoco quería implementar el programa Permanecer en México, pero el presidente lo consiguió y logró además el despliegue de tropas mexicanas en ambas fronteras”, explicó.

Según Homan, la actual administración de Joe Biden ha mostrado debilidad al no presionar a países como Venezuela para aceptar a sus ciudadanos deportados. “Si Venezuela no los acepta, hay otras opciones. Hay países dispuestos a recibirlos. Confiamos en que el presidente Trump trabajará con Venezuela, como lo hizo con México y El Salvador, para resolver este problema. De lo contrario, esas personas serán deportadas a otras naciones”, señaló.

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Además, subrayó la importancia de priorizar la seguridad pública. “Hemos tenido demasiados casos de mujeres jóvenes asesinadas, violadas y quemadas vivas por pandillas como la MS-13. Bajo esta administración, estas pandillas serán una prioridad desde el primer día y serán deportadas”, aseguró Homan.

La postura de la nueva administración refleja un endurecimiento en la política migratoria de Estados Unidos, especialmente en temas relacionados con deportaciones y cooperación internacional. Esto marca un regreso a las estrictas medidas implementadas durante el primer mandato de Trump.