Donald Trump ha revocado las autorizaciones de seguridad de Kamala Harris, Hillary Clinton y otros aliados de Biden. Esta acción, tomada tras asumir su segundo mandato, marca un giro decisivo en la política de seguridad nacional, restaurando estándares perdidos durante la administración anterior. Trump justifica la medida como necesaria para proteger la información clasificada de individuos considerados políticamente comprometidos.
Trump Recupera el Control: Revoca Autorizaciones de Seguridad a Kamala, Hillary y Más
La administración de Donald Trump ha dado un paso contundente al revocar las autorizaciones de seguridad de figuras clave del establishment político, incluyendo a Kamala Harris, Hillary Clinton y una larga lista de aliados del expresidente Joe Biden.
Esta medida, anunciada mediante un memorando oficial de la Casa Blanca, no solo corrige lo que se considera un uso politizado y laxo del acceso a información clasificada durante el mandato anterior, sino que también reivindica un precedente establecido por la propia administración Biden, cuando en 2021 revocó el acceso a Trump alegando razones subjetivas y políticas.
Un Movimiento Estratégico: Política, Seguridad y Justicia
Trump no ha ocultado que esta acción es en parte una respuesta a la revocación arbitraria que sufrió él mismo durante la presidencia de Biden. El entonces mandatario demócrata rompió con la tradición de permitir a los expresidentes seguir accediendo a ciertos informes clasificados, acusando a Trump de “comportamiento errático”.
Ahora, con su retorno al poder, Trump devuelve el golpe, no como venganza personal, sino como restauración del principio de reciprocidad y de la necesaria prudencia institucional que debe regir el manejo de secretos de Estado.
¿Quiénes Pierden el Acceso?
Entre los más destacados se encuentran:
- Kamala Harris, exvicepresidenta.
- Hillary Clinton, excandidata presidencial y exsecretaria de Estado.
- Liz Cheney y Adam Kinzinger, conocidos republicanos opositores a Trump.
- Miembros de la familia Biden, incluidos quienes no ejercen cargos públicos.
- Exfuncionarios como Fiona Hill, Alexander Vindman, Jake Sullivan, Lisa Monaco y Antony Blinken.
La decisión también alcanzó a Mike Pompeo, Brian Hook y John Bolton, todos vinculados a la primera administración Trump, pero considerados críticos o distanciados en años recientes.
Además, la directora de Inteligencia Nacional, Tulsi Gabbard, confirmó la revocación a los 51 firmantes de la carta que desestimaba el escándalo del laptop de Hunter Biden como desinformación rusa, una acción hoy desacreditada.
Seguridad Nacional No Es Una Cortesía
El acceso a información clasificada no es un derecho ni un reconocimiento ceremonial, sino una herramienta delicada que debe estar condicionada por la confianza, la lealtad institucional y el juicio responsable.
Permitir que individuos activamente involucrados en conspiraciones mediáticas, campañas de desinformación o activismo partidista conserven esas credenciales pone en riesgo la seguridad nacional y socava el profesionalismo de las agencias de inteligencia.
La postura de Trump refuerza la idea de que la información crítica del Estado debe estar blindada de intereses personales o partidistas.
Precedente, Poder y Responsabilidad
La decisión no es arbitraria. Es, de hecho, una consecuencia lógica del precedente que sentó la Casa Blanca de Biden, cuando usó sus atribuciones para despojar a Trump de sus privilegios post-presidenciales.
Como él mismo señaló en Truth Social:
“Siempre protegeré nuestra Seguridad Nacional — ¡JOE, ESTÁS DESPEDIDO!”
Lejos de ser una vendetta, esta decisión se inserta en una visión más amplia: restablecer el profesionalismo y el control sobre quién accede a los secretos del Estado, y en qué condiciones.
La Izquierda Globalista Pierde Su Blindaje
Durante años, figuras como Clinton, Harris y otros aliados de la agenda globalista han gozado de una impunidad institucional protegida por su cercanía al poder. El nuevo enfoque de Trump busca desmontar esa red de privilegios y marcar el fin de una era donde el activismo político convivía con los máximos niveles de confidencialidad estatal.
No es solo una lista de nombres. Es un mensaje claro: la lealtad al país y al pueblo estadounidense está por encima de las alianzas partidistas.
Conclusión: Una Decisión Que Rescata El Sentido Común
En tiempos de confusión moral y decadencia institucional, esta acción del presidente Trump marca un punto de inflexión hacia la restauración de la autoridad, el orden y el sentido común en el manejo del poder.
Cuando se tolera que los enemigos declarados del gobierno —y por extensión, de la voluntad popular— tengan acceso a información delicada, se traiciona la república.
La Casa Blanca de Trump ha dejado en claro que ese tiempo ha terminado.
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¿Crees que figuras como Kamala Harris y Hillary Clinton deben seguir teniendo acceso a secretos de Estado tras sus actuaciones políticas pasadas?
Sergio Guarda colaboró en la redacción de este artículo de manera exclusiva para Hombres Sabios Magazine.
