El presidente Trump pone fin a los lazos de Estados Unidos con la OMS, señalándola como una institución corrupta y cómplice de la desinformación global.
Donald Trump ha cumplido una de sus promesas más firmes: poner fin a la relación de Estados Unidos con la Organización Mundial de la Salud (OMS). Durante su primer mandato, Trump dejó claro su descontento con la institución, calificándola como un organismo plagado de corrupción, sometido a los intereses del régimen comunista chino y responsable de una respuesta deficiente al brote de COVID-19.
La retirada, inicialmente programada para julio de 2021, fue revertida por Joe Biden al tomar el cargo. Sin embargo, con su regreso al poder, Trump retomó la iniciativa y firmó una orden ejecutiva el lunes que sella la ruptura definitiva con la OMS.
“Una institución corrupta e ineficaz”
En su declaración, Trump señaló que la OMS “continúa exigiendo pagos injustamente onerosos de Estados Unidos, desproporcionados en comparación con los aportes de otros países”. Como ejemplo, mencionó que China, con una población tres veces mayor que la de Estados Unidos, contribuye un 90% menos al presupuesto de la organización.
La administración Trump no solo ha retirado el financiamiento, sino que también ha ordenado la reubicación del personal estadounidense que colabora con la OMS y la búsqueda de socios más transparentes y responsables para asumir sus funciones. Además, se ha desechado la Estrategia de Seguridad Sanitaria Global 2024, implementada por Biden.
Complicidad en la histeria del COVID-19
Trump no escatimó palabras para criticar el papel de la OMS durante la pandemia de COVID-19. Según el presidente, la organización no solo ayudó a encubrir los orígenes del virus en China, sino que también promovió decisiones que agravaron la crisis.
“La OMS dijo a las naciones que no cerraran sus fronteras mientras China ya lo hacía internamente. Esto permitió la propagación del virus por todo el mundo,” destacó Trump. Además, la organización respaldó vacunas que posteriormente se demostraron peligrosas, como la de Oxford-AstraZeneca, que estuvo vinculada a coágulos sanguíneos mortales.
La OMS también ha enfrentado acusaciones de corrupción, gastos innecesarios y escándalos como el abuso sexual y la investigación científica negligente, razones que Trump citó como prueba de su incompetencia.
Defendiendo la soberanía de Estados Unidos
El presidente destacó que la salida de Estados Unidos es especialmente relevante en un momento en el que la OMS busca imponer un “pacto pandémico global” que amenaza la soberanía nacional de los países miembros. Según Trump, este pacto sería un paso más hacia un sistema de redistribución de riqueza controlado por intereses globalistas.
“La Organización Mundial de la Salud nos ha estafado. Todo el mundo estafa a Estados Unidos. Eso ya no va a volver a suceder,” declaró Trump.
La orden ejecutiva también pone fin a las negociaciones sobre dicho pacto y las enmiendas al Reglamento Sanitario Internacional, garantizando que Estados Unidos no esté subordinado a decisiones internacionales que comprometan su independencia.
Un acto de liderazgo firme
La retirada de Estados Unidos será efectiva en un plazo de un año tras la notificación oficial a la ONU y la OMS. Si bien la organización expresó su deseo de “entablar un diálogo constructivo” con la administración Trump, la decisión parece ser definitiva.
La determinación de Trump de cortar lazos con la OMS envía un mensaje contundente: Estados Unidos no apoyará instituciones que comprometan su soberanía o actúen en contra de los intereses de sus ciudadanos.
Con esta decisión, Trump reafirma su compromiso de priorizar la transparencia, la independencia y la responsabilidad en todas las acciones de su administración. En palabras del presidente: “El declive de Estados Unidos ha terminado.”
Foto: “World Health Organization Flag” by United States Mission Geneva is licensed under CC BY 2.0.
