El caso penal contra Donald Trump en Nueva York concluyó con una liberación incondicional, pero las implicaciones políticas y críticas al sistema judicial se mantienen en el centro del debate.
Apenas 10 días antes de la toma de posesión presidencial, el juez Juan Merchan dictó sentencia en el caso penal contra Donald Trump, en el que un jurado previamente lo había declarado culpable de 34 cargos de falsificación de registros comerciales.
La sentencia de “liberación incondicional” asegura que Trump no enfrentará penas de prisión, multas ni libertad condicional. Aunque este veredicto no afecta directamente su capacidad para postularse nuevamente a la presidencia, consolida las condenas por delitos graves en su historial.
“Impongo esta sentencia para cubrir los 34 cargos”, afirmó Merchan durante la audiencia.
El exfiscal Andy McCarthy señaló en noviembre que, en derecho penal, las sentencias condenatorias no se registran oficialmente hasta que el acusado es sentenciado. Ahora que el fallo ha sido formalizado, los abogados de Trump tienen la oportunidad de apelar.
El equipo legal del expresidente, liderado por Todd Blanche y Emil Bove, presentó varias solicitudes para retrasar la sentencia, alegando fallos procesales. Sin embargo, la Corte Suprema de Estados Unidos, en una votación de 5 a 4, rechazó las mociones de emergencia.
En su fallo, los magistrados declararon que las supuestas irregularidades podrían abordarse durante el proceso de apelación y consideraron que la sentencia de “liberación incondicional” impone una carga mínima sobre las responsabilidades de Trump.
La audiencia del viernes estuvo marcada por la controversia. Alvin Bragg, fiscal de distrito, calificó la retórica de Trump como “peligrosa” y acusó al expresidente de falta de remordimiento. Por su parte, Trump describió el caso como un “revés para Nueva York” y un intento de dañar su reputación para afectar su posición política.
“Lo hicieron para perjudicarme en las elecciones, pero obviamente no funcionó”, afirmó Trump desde Mar-a-Lago.
El juez Merchan concluyó reconociendo la singularidad del caso y deseó buena suerte a Trump en su posible segundo mandato presidencial.
Esta sentencia, aunque concluye formalmente el caso, deja abierta la puerta para un prolongado debate judicial y político. La politización del sistema judicial estadounidense y su impacto en figuras de alto perfil, como Trump, sigue siendo un tema divisivo.
⨀ Foto: “Donald Trump Signs The Pledge” by Michael Vadon is licensed under CC BY-SA 2.0.
