El presidente critica la burocracia federal y promete soluciones estatales tras el huracán Helene.
En una visita cargada de simbolismo político y urgencia humanitaria, el presidente Donald Trump cumplió su promesa de acudir a Carolina del Norte para inspeccionar los estragos del huracán Helene, una catástrofe que ha dejado más de 100 muertos y destruido más de 73,000 viviendas. Durante su recorrido, Trump no solo evaluó los daños, sino que también cuestionó el desempeño de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA), sugiriendo que podría ser reemplazada por sistemas gestionados directamente por los estados.
“Es muy burocrático y muy lento”, afirmó Trump al hablar con periodistas cerca de Asheville. “La FEMA simplemente no ha hecho su trabajo. Estamos analizando todo el concepto de la FEMA”, añadió, dejando claro que su administración podría buscar un enfoque más eficiente para la gestión de desastres.
El huracán Helene, considerado uno de los desastres más devastadores en la historia reciente de Carolina del Norte, causó daños estimados en más de 59.6 mil millones de dólares. Sin embargo, la respuesta inicial de FEMA fue duramente criticada tanto por los residentes como por el propio presidente, quien responsabilizó a la administración anterior, liderada por Joe Biden, de la “incompetencia” de la agencia.
Promesas y Críticas
Trump prometió a los habitantes de Carolina del Norte soluciones rápidas y efectivas. “Vamos a arreglarlo. Debería haberse hecho hace meses”, declaró mientras se dirigía a Fletcher para una sesión informativa sobre los esfuerzos de recuperación. En Swannanoa, el presidente se reunió con familias afectadas, muchas de las cuales siguen viviendo en condiciones precarias.
Testigos en el terreno, como Matt Van Swol, han documentado la magnitud de la devastación. Según Van Swol, muchos residentes siguen viviendo en casas rodantes abandonadas, tiendas de campaña e incluso en automóviles debido a la falta de apoyo federal. “Normalmente, se ven casas rodantes de FEMA llegando y cosas así para conseguir viviendas para la gente. Pero no hemos visto nada de eso”, señaló Ian Monley, representante de Valley Strong Disaster Relief.
Van Swol respaldó la idea de Trump de deshacerse de FEMA, destacando que la agencia ha sido una “gran decepción” para los residentes que buscan apoyo inmediato.
Reacciones Mixtas
El gobernador de Carolina del Norte, Josh Stein, un demócrata recién electo, elogió el compromiso de Trump de visitar la zona y abordar los problemas. “Creo que es una muy buena noticia para la gente del oeste de Carolina del Norte que este tema esté presente en la mente de la nueva administración”, comentó Stein.
Sin embargo, la propuesta de Trump de trasladar la gestión de desastres a los estados ha generado críticas entre los demócratas y algunos expertos en manejo de emergencias, quienes advierten que esto podría aumentar las desigualdades entre estados más ricos y más pobres.
Una Agenda Ocupada
Tras su visita a Carolina del Norte, Trump tiene previsto viajar al sur de California para evaluar los daños causados por los incendios forestales que han devastado comunidades enteras en la región. Estas visitas subrayan el enfoque prioritario de la administración Trump en la respuesta a desastres naturales, aunque su retórica ha generado polémica y división política.
Con su característico estilo directo, Trump busca reformar el sistema de respuesta a emergencias, enfrentándose no solo a los desafíos logísticos que presentan los desastres naturales, sino también a las críticas de quienes cuestionan la viabilidad de sus propuestas.
El huracán Helene ha puesto a prueba no solo la infraestructura de Carolina del Norte, sino también el enfoque de la nueva administración frente a crisis de esta magnitud. Con una combinación de promesas audaces y cuestionamientos a instituciones establecidas como FEMA, Trump deja claro que su presidencia marcará un cambio radical en cómo Estados Unidos enfrenta desastres naturales.
⨀ Foto: Michael Candelori Photography is licensed under CC BY 2.0.