El multimillonario acusa a la agencia de financiar armas biológicas
El multimillonario y magnate de la tecnología, Elon Musk, ha lanzado una grave acusación contra la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), señalándola como una “organización criminal” involucrada en la financiación de investigaciones sobre armas biológicas, incluyendo experimentos que podrían haber derivado en la aparición del COVID-19. Esta declaración se suma a un creciente conjunto de evidencias que vinculan a USAID con oscuros proyectos de investigación en laboratorios fuera del territorio estadounidense.
Musk respondió a una publicación del usuario @KanekoaTheGreat en la que se revelaba que USAID canalizó 53 millones de dólares a EcoHealth Alliance, la organización sin fines de lucro que colaboró con el Instituto de Virología de Wuhan en China. La teoría de que estos fondos se usaron para la investigación de ganancia de función -manipulación genética de virus para hacerlos más peligrosos- ha ganado tracción entre expertos y políticos que cuestionan la narrativa oficial sobre el origen de la pandemia.
“¿Sabías que USAID, usando tus impuestos, financió la investigación de armas biológicas, incluida la COVID-19, que mató a millones de personas?”, escribió Musk en su cuenta de X (antes Twitter), reiterando su postura crítica hacia el intervencionismo de Washington en el desarrollo de tecnologías peligrosas.
El comentario del empresario reavivó las sospechas sobre la relación entre USAID y la CIA, una conexión que ha sido señalada en múltiples ocasiones. La publicación a la que Musk respondió afirmaba que “el engaño de la CIA con respecto a los orígenes del COVID-19 se vuelve mucho más claro cuando se considera la larga historia de USAID sirviendo como organización fachada de la CIA”.
EcoHealth Alliance y la manipulación viral
EcoHealth Alliance ha estado en el ojo del huracán desde que se reveló su colaboración con el Instituto de Virología de Wuhan. Aunque la organización ha negado que su trabajo implicara la investigación de ganancia de función, en 2024 el Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU. suspendió todo financiamiento federal a la entidad por su falta de transparencia y supervisión en experimentos de alto riesgo.
Según informes de la comunidad de inteligencia de EE. UU., la CIA ha reevaluado su posición sobre el origen del COVID-19 y ahora cree que una fuga de laboratorio es la explicación más probable. Esta teoría ha sido respaldada por John Ratcliffe, exdirector de inteligencia nacional bajo la administración de Donald Trump, quien aseguró que es “la única teoría respaldada por la ciencia, la inteligencia y el sentido común”.
USAID y la sombra de la CIA
USAID ha financiado iniciativas de salud global durante décadas, pero su participación en proyectos como el programa PREDICT, que buscaba identificar virus con potencial pandémico, ha generado serios cuestionamientos. En 2021, la agencia lanzó un programa de 125 millones de dólares para la detección de patógenos emergentes, pero este fue suspendido abruptamente en 2023, aumentando las sospechas de que la investigación sobre virus letales no era del todo “benévola”.
Las preocupaciones sobre la red de laboratorios financiados por USAID y el Pentágono también han sido planteadas por Rusia, que ha denunciado la existencia de instalaciones secretas en Ucrania y otros países vecinos, donde supuestamente se han realizado experimentos biológicos con fines militares. Estas acusaciones cobraron mayor relevancia tras el asesinato en diciembre del teniente general Igor Kirillov, principal experto del ejército ruso en armas de destrucción masiva.
Mientras EE. UU. insiste en que sus proyectos biológicos tienen fines “preventivos y defensivos”, Moscú y Pekín han pedido mayor transparencia en estas actividades, exigiendo a Washington rendir cuentas sobre la extensión de sus experimentos biológicos a escala global. En 2024, ambos países acordaron reforzar la Convención sobre Armas Biológicas y Tóxicas (CABT) como medida para frenar lo que ven como una amenaza creciente.
El poder en las sombras
Las denuncias de Elon Musk no son simples afirmaciones aisladas; son la punta del iceberg de un entramado de intereses ocultos que operan bajo la bandera del “desarrollo internacional”. USAID, con su largo historial de operación encubierta para la CIA, parece estar más involucrada en la manipulación de virus y el control de la información que en el bienestar de la humanidad.
Las pruebas continúan acumulándose, pero la pregunta sigue en el aire: ¿cuánto más está ocultando el gobierno de Estados Unidos sobre sus verdaderos intereses en la investigación biológica? Y más importante aún, ¿qué vendrá después?