El secretario de Estado Marco Rubio anunció la eliminación del 83% de los programas de la USAID tras una revisión de seis semanas. Esta medida supone la cancelación de 5.200 contratos que drenaban miles de millones de dólares en proyectos ineficaces o contrarios a los intereses de Estados Unidos. Elon Musk respaldó la decisión como “dura, pero necesaria”. Sin embargo, la agencia sigue en pie y con margen para crecer de nuevo.
Un Recorte Que Pone Fin A Décadas De Despilfarro
El secretario de Estado, Marco Rubio, ha tomado una decisión histórica: eliminar el 83% de los programas de la USAID. Tras una revisión de seis semanas, se cancelaron 5.200 contratos que malgastaban decenas de miles de millones de dólares en proyectos ineficaces e incluso contrarios a los intereses nacionales.
Este movimiento representa un golpe certero contra el derroche institucionalizado. No es casualidad que la agencia haya funcionado como una caja chica para agendas ajenas a los ciudadanos estadounidenses. La “ayuda al desarrollo” terminó siendo un subsidio encubierto para ONGs y gobiernos extranjeros, muchos de los cuales no han hecho más que despreciar a Estados Unidos mientras saqueaban sus arcas.
Elon Musk: “Duro, Pero Necesario”
Elon Musk, al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental, respaldó la medida. Según el magnate, los recortes eran inevitables y deberían haberse implementado hace años. “Las partes importantes de USAID siempre deberían haber estado en manos del Departamento de Estado”, sentenció.
La reestructuración de USAID ha permitido que el 18% restante de los programas sean administrados de manera más efectiva por el Departamento de Estado. Con esto, se pretende garantizar que los fondos de los contribuyentes sean utilizados en beneficio de Estados Unidos y no como un regalo a intereses ajenos.
60 Mil Millones De Dólares Recuperados
La revisión liderada por Rubio no solo ha reducido el tamaño de la USAID, sino que ha identificado más de 60 mil millones de dólares en ahorros para los contribuyentes. Un informe interno del Departamento de Estado reveló que se evaluaron 9.100 subvenciones por un valor total de 15.900 millones de dólares. Como resultado, 4.100 subvenciones fueron eliminadas, lo que equivale a una reducción del 28% en el valor total de los fondos comprometidos.
Es evidente que la USAID había derivado en una burocracia hinchada e ineficiente, enfocada más en satisfacer agendas ideológicas que en cumplir con su misión original. Rubio dejó claro en su declaración que la agencia “se había alejado peligrosamente del propósito para el cual fue creada”.
Lo Ideal Habría Sido Eliminar USAID Por Completo
Si algo habría sido realmente efectivo, habría sido la eliminación total de USAID. Sin embargo, en lugar de dar el golpe de gracia a esta agencia sobredimensionada y clientelar, se optó por dejar en pie un 18% de programas que, si bien se dicen “reestructurados”, siguen existiendo. Y aquí es donde comienza la desconfianza.
El hecho de que se haya puesto a Marco Rubio a cargo de esta “reforma” no inspira precisamente tranquilidad. ¿De verdad podemos confiar en que el remanente de USAID no volverá a engordar? La historia demuestra que las burocracias nunca desaparecen, solo mutan y se regeneran con nuevos nombres y justificaciones. Hoy es “una reducción drástica”, pero mañana bien podría ser una expansión “necesaria”.
¿Un Cambio De Rumbo Irreversible?
La USAID, fundada en 1961 por el presidente John F. Kennedy, se había convertido en un monstruo administrativo desconectado de la realidad estadounidense. La idea romántica de financiar el desarrollo en el extranjero derivó en una maquinaria que drenaba los impuestos de los ciudadanos en proyectos sin impacto real o con efectos negativos.
El recorte impuesto por Rubio y Musk marca un antes y un después en la política de asistencia exterior de EE.UU.. Sin embargo, la sombra del regreso de USAID a su antiguo esplendor burocrático sigue latente. El problema con estas agencias es que nunca mueren del todo, solo entran en pausa hasta que los intereses correctos decidan revivirlas.
Conclusión: Fin A La Fiesta De Los Burócratas… ¿Por Ahora?
La cancelación masiva de programas de la USAID representa un golpe directo a la ineficiencia gubernamental. Marco Rubio ha dado un paso valiente que beneficia directamente a los contribuyentes y acaba con la fiesta de burócratas y ONGs parásitas.
Pero la pregunta sigue en el aire: ¿Es este un cambio real o solo una pausa en la inevitable expansión gubernamental? Solo el tiempo dirá si USAID se mantiene reducida o si, como un cáncer burocrático, vuelve a crecer.
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Rafael Piñeiro-López y Lesma Betancourt colaboraron en la redacción de este artículo de manera exclusiva para Hombres Sabios Magazine.
