Donald Trump destroza el mito del “libre comercio” y anuncia aranceles recíprocos para acabar con la estafa globalista. Mientras EE.UU. ha abierto sus puertas de par en par, países como China, India y la UE han protegido sus mercados con impuestos y barreras. ¿El resultado? Un saqueo descomunal de la riqueza americana. Pero ahora, el juego ha cambiado: el dinero se queda en casa.
Trump y los Aranceles Recíprocos: Fin del Saqueo Globalista
Después de décadas de saqueo financiero y desindustrialización, Donald Trump ha decidido decir basta. Su mensaje ante el Congreso fue claro: Estados Unidos ha sido estafado por casi todos los países del mundo. Mientras aquí se predicaba el evangelio del “libre comercio”, las demás naciones hacían lo contrario: imponer aranceles y barreras para mantenernos fuera de sus mercados.
“Nosotros Abrimos las Puertas, Ellos Nos Cerraron las Suyas”
Trump no habló en términos abstractos. Dio ejemplos concretos:
- India cobra más del 100% en aranceles a los autos estadounidenses.
- China impone el doble de impuestos a nuestros productos que nosotros a los suyos.
- Corea del Sur, cuatro veces más.
En otras palabras, el “libre comercio” es un engaño descarado. Mientras ellos protegen sus industrias, nosotros dejamos que nos invadan con productos subsidiados.
El resultado ha sido devastador:
- Déficits comerciales récord.
- Desindustrialización de EE.UU..
- Pérdida de empleos y transferencia de riqueza a China y Europa.
Pero eso se acabó. Trump ha dejado claro que cualquier país que nos cobre un impuesto, nosotros le devolveremos el favor. Es la única manera de recuperar nuestra soberanía económica.
China: El Rey de la Trampa Comercial
Si alguien ha jugado sucio en el comercio internacional, es China.
- Subsidios estatales masivos a sus exportadores.
- Dumping: vender productos a precio de saldo hasta eliminar la competencia y luego subir los precios.
- Restricción de los derechos laborales para mantener salarios de miseria.
- Imposición de barreras regulatorias absurdas para mantener a las empresas estadounidenses fuera de su mercado.
Este esquema de robo comercial ha permitido a China transferir 9,23 billones de dólares de EE.UU. a su economía desde 2001. En otras palabras, hemos financiado el ascenso de la dictadura china mientras nuestras fábricas cerraban.
El Globalismo: Un Cáncer Económico
Todo este saqueo se ha justificado bajo el dogma del “libre comercio”, pero nunca ha sido libre ni justo. Mientras EE.UU. jugaba con reglas de niño explorador, las potencias extranjeras jugaban a la guerra económica.
Aquí se permitió la venta de tierras y empresas a manos extranjeras. Se entregaron secretos industriales y se permitió la salida de tecnología clave a China. Todo esto con la promesa de que “el libre mercado se autorregulará”.
La realidad es que lo único que se reguló fue la quiebra de la clase media americana.
La Ciencia También Destruye el Globalismo
El desastre globalista no es solo económico; es una violación de las leyes básicas de la supervivencia. Investigaciones de la Universidad McGill y otras instituciones han demostrado lo obvio:
- Los grupos que comparten sus recursos solo dentro de su comunidad sobreviven.
- Los grupos que comparten indiscriminadamente con todos terminan siendo absorbidos o destruidos.
Esto aplica tanto a la biología como a la economía: el globalismo es una estrategia suicida.
China y la UE lo entendieron perfectamente: ellos protegen sus intereses y usan a EE.UU. como fuente de recursos. Solo los idiotas de Washington creyeron que el comercio sin restricciones “beneficiaría a todos”.
Trump: Aranceles o Muerte
Por eso los aranceles de Trump no son solo una cuestión de economía, sino de supervivencia nacional.
Con aranceles justos, las fábricas vuelven, los empleos regresan y la riqueza se queda en casa.
- Se acabó la dependencia de manufacturas chinas.
- Se acabó la compra de empresas estratégicas por intereses extranjeros.
- Se acabó la política de “sacrificio nacional en nombre del comercio”.
El Globalismo Ha Fracasado, El Nacionalismo Económico Vuelve
Estados Unidos ha jugado con fuego y casi se quema. La política de “apertura total” nos ha dejado sin industria y al borde de la irrelevancia económica.
Pero ahora, con Trump de vuelta, la historia cambia. Se acabaron los regalos. Se acabó el saqueo. Se acabó la sumisión a las élites globalistas.
💬 ¿Es el fin del globalismo o aún quedan traidores en Washington listos para vendernos?
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Lorenzo Echemendía Morales colaboró en la redacción de este artículo de manera exclusiva para Hombres Sabios Magazine.
