Según Ted Snider en The American Conservative, la inteligencia estadounidense confirma que Irán no desarrolla armas nucleares. Sin embargo, el presidente Trump insiste en lanzar amenazas. El equipo editorial de Hombres Sabios analiza esta contradicción y advierte que solo una política exterior paleoconservadora, no intervencionista, podrá evitar otra guerra innecesaria e inmoral.
Ted Snider Y La Realidad Estratégica Ignorada
En su reciente artículo publicado por The American Conservative, el analista Ted Snider realiza una disección profunda de la política estadounidense hacia Irán. Con precisión y documentación, Snider desmonta una de las grandes narrativas utilizadas por el aparato de seguridad de Washington desde hace décadas: la presunta amenaza nuclear iraní.
Snider deja claro que la comunidad de inteligencia estadounidense no ve indicios de que Irán esté desarrollando armas nucleares. Sin embargo, esta evidencia no ha influido en la retórica de la administración Trump, que mantiene una postura amenazante. Desde la redacción de Hombres Sabios Magazine, consideramos que este punto merece toda la atención del público informado, ya que representa una peligrosa desconexión entre la información real y la política exterior activa.
Lo Que Sabe La Inteligencia… Y Lo Que Se Ignora
Según la Evaluación Anual de Amenazas entregada a la Casa Blanca, el programa de armas nucleares iraní fue suspendido en 2003 y no ha sido reactivado. La misma conclusión ha sido reiterada por la CIA, por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), y por el Departamento de Defensa de EE.UU. en su Revisión de la Postura Nuclear de 2022.
Incluso el propio Trump, en un momento de franqueza, reconoció que varios altos funcionarios iraníes no desean una bomba nuclear. Sin embargo, sus declaraciones recientes —como las realizadas a NBC y FOX Business— sugieren una voluntad de “resolver el problema” mediante bombardeos si no se llega a un acuerdo. Esta posición contradice no solo la inteligencia, sino también la visión estratégica que lo llevó a la presidencia: el rechazo al belicismo neoconservador.
La Sombra De Las Guerras Eternas
El legado de Trump está íntimamente ligado a su promesa de acabar con las “guerras eternas”. Su crítica al complejo militar-industrial, su denuncia de la intervención en Irak, y su escepticismo frente a las aventuras globalistas fueron claves para galvanizar una base popular cansada del imperialismo disfrazado de democracia.
El artículo de Snider pone en evidencia que esta coherencia comienza a resquebrajarse ante Irán. ¿Cómo puede justificarse una amenaza de guerra cuando el propio aparato de inteligencia admite que no hay programa de armas? La contradicción no solo debilita la credibilidad presidencial, sino que alimenta a los mismos actores del Estado profundo que Trump prometió desmontar.
El Problema No Es Irán, Es La Coherencia
Snider señala que la presión diplomática y militar de Estados Unidos ha endurecido la postura iraní. Antes de las amenazas, el presidente iraní Masoud Pezeshkian y el ayatolá Jamenei habían mostrado apertura a una negociación directa. Pero tras las advertencias de bombardeos y las exigencias desmesuradas —como el desmantelamiento de su programa nuclear civil y su sistema de defensa de misiles—, Teherán volvió a cerrarse.
Es comprensible. Irán es firmante del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP), que reconoce el derecho a desarrollar energía nuclear con fines pacíficos. Estados Unidos no puede, sin incurrir en hipocresía y en ilegalidad, exigir a Teherán lo que no exige a otros países —ni siquiera a sus aliados más cuestionables como Arabia Saudita o Pakistán.
¿Por Qué El Silencio Mediático?
Una de las mayores omisiones del discurso público occidental es la negativa a reconocer la disposición iraní a negociar de forma indirecta. Snider lo subraya: Irán ha reiterado, incluso en su respuesta oficial a la carta de Trump, que puede aceptar conversaciones indirectas si cesan las amenazas.
Este dato no aparece en la prensa progresista ni en los titulares alarmistas. La narrativa globalista necesita un enemigo constante, una amenaza en la sombra, una excusa para mantener el gasto militar inflado y justificar la vigilancia permanente. Irán, como Rusia y China, cumple ese papel útil para el complejo de seguridad transnacional.
No Es Diplomacia Si Se Hace Apuntando Con Un Dron
Trump afirmó que prefería un acuerdo a un conflicto, pero sus declaraciones han sido calificadas por Snider como “incoherentes con la información de inteligencia”. La amenaza de bombardeos “como nunca antes se han visto” va en dirección opuesta a un espíritu diplomático y recuerda peligrosamente los errores de administraciones anteriores.
En palabras claras: no se puede negociar paz con una pistola sobre la mesa. El pueblo estadounidense no votó a Trump para que repita el patrón de Bush o Obama, sino para romperlo. Cada amenaza innecesaria socava la promesa de un realineamiento estratégico basado en los principios fundacionales de la república.
Volver Al Camino De La Doctrina Jacksoniana
Desde Hombres Sabios Magazine, hacemos un llamado al presidente Trump: vuelva al camino del nacionalismo no beligerante que lo llevó al poder. Thomas Jefferson y Andrew Jackson no habrían tolerado que sus ejércitos se usaran para imponer modelos a naciones soberanas al otro lado del mundo. Esa es la lógica imperial del globalismo, no la lógica americana.
Un líder verdaderamente conservador no amenaza guerras innecesarias. Defiende su patria, respeta las fronteras ajenas y actúa con cautela cuando los intereses vitales del país no están en juego. Nada en el caso iraní sugiere que haya una amenaza directa contra Estados Unidos. Lo que hay es una disputa ideológica, alimentada por intereses externos y conflictos regionales complejos, en los cuales Washington no debe involucrarse más de lo necesario.
Sin Bomba, Sin Guerra, Sin Excusas
El artículo de Ted Snider nos recuerda que la prudencia es una virtud olvidada en la política exterior contemporánea. Frente a una avalancha de propaganda, Snider nos ofrece datos, contexto y lógica. La amenaza iraní, tal como es presentada, es un fantasma funcional, pero no un peligro real.
Trump debe resistir la tentación del lenguaje duro, y en su lugar reafirmar su legado pacificador. Si quiere ser recordado como el presidente que sacó a EE.UU. del pantano globalista, debe evitar caer en una nueva guerra que ni el país necesita ni el pueblo quiere.
Comparte esta noticia, deja un comentario y únete al debate: ¿Debe Trump reafirmar su doctrina no intervencionista frente al caso iraní y honrar su legado de paz con fuerza y dignidad? La historia la escriben los valientes, no los obedientes.
Armando Febles Ramírez y Gloria Savater colaboraron en la redacción de este artículo de manera exclusiva para Hombres Sabios Magazine.