La Cámara de Representantes vota a favor de sancionar a la CPI en respuesta a las órdenes de arresto contra Netanyahu y Gallant, reforzando su respaldo a Israel y desafiando a la justicia internacional.
La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó la “Ley de Contraataque a Tribunales Ilegítimos”, una legislación que sanciona a la Corte Penal Internacional (CPI) tras emitir órdenes de arresto contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el exministro de Defensa, Yoav Gallant.
Con una votación contundente de 243 a 140, el Congreso dejó clara su posición de apoyo inquebrantable a Israel, alineándose con los intereses estratégicos y políticos de su aliado en Medio Oriente.
¿Un ataque a la justicia internacional?
El proyecto de ley, ahora en manos del Senado, establece sanciones contra cualquier extranjero que colabore con la CPI en investigaciones o procesos contra ciudadanos estadounidenses o aliados no miembros del tribunal, como Israel. Estas sanciones incluirían congelación de activos y restricciones de visado, marcando una postura que algunos consideran un golpe directo a la independencia de la justicia internacional.
“Estados Unidos está aprobando esta ley porque un tribunal popular está intentando arrestar al primer ministro de nuestro gran aliado, Israel”, afirmó el representante Brian Mast, republicano y presidente del Comité de Asuntos Exteriores.
Defensa de Israel en un contexto de guerra
La legislación se enmarca en un panorama político delicado, donde las acciones de Israel en Gaza han generado críticas internacionales. Desde octubre de 2023, el conflicto ha cobrado la vida de más de 46,000 palestinos, incluyendo mujeres y niños, según cifras de Naciones Unidas.
Las órdenes de arresto de la CPI contra Netanyahu y Gallant han sido interpretadas por legisladores republicanos como un intento de deslegitimar a Israel. Sin embargo, grupos de derechos humanos advierten que las sanciones propuestas socavan los principios de justicia y fortalecen la impunidad.
Un precedente peligroso
En 2020, durante su primer mandato, el expresidente Donald Trump ya había impuesto sanciones a la CPI en represalia por sus investigaciones sobre crímenes de guerra de Estados Unidos en Afganistán e Israel en Palestina. Aunque estas medidas fueron revertidas por Joe Biden, la nueva legislación podría restaurarlas, consolidando una política de confrontación con el tribunal.
La CPI, con sede en La Haya, opera bajo el Estatuto de Roma y busca responsabilizar a individuos por crímenes de guerra, genocidio y crímenes de lesa humanidad. A pesar de no ser miembro, Israel enfrenta investigaciones debido a su jurisdicción sobre crímenes cometidos en territorios de Estados miembros, como Palestina.
¿Un doble estándar?
Mientras Estados Unidos respalda la CPI en casos como la orden de arresto contra el presidente ruso Vladimir Putin por crímenes en Ucrania, adopta un enfoque contrario cuando los intereses de aliados como Israel están en juego. Este doble estándar pone en tela de juicio su compromiso con la justicia global.
Un Senado en pie de guerra
El líder de la mayoría republicana en el Senado, John Thune, ha prometido acelerar la aprobación de la ley, permitiendo que Trump la promulgue tras asumir la presidencia. Este movimiento refuerza la postura de la administración republicana entrante: la defensa de Israel prevalece sobre la cooperación con instituciones judiciales internacionales.
Hombres Sabios Magazine continuará analizando cómo estas decisiones impactan no solo en las relaciones internacionales de Estados Unidos, sino también en el equilibrio entre justicia y política en un mundo cada vez más polarizado.
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