La Autoridad Palestina (AP) congeló el miércoles las operaciones de la cadena de noticias Al Jazeera, con sede en Qatar, alegando su “insistencia en difundir materiales e informes incitadores caracterizados por la desinformación, la incitación y la interferencia en los asuntos internos palestinos”.
En respuesta, Al Jazeera acusó a la AP de intentar silenciarla para encubrir la verdad sobre las tensiones crecientes en Cisjordania.
La disputa se intensificó el mes pasado cuando la AP, liderada por el partido dominante Fatah, amenazó con tomar medidas contra Al Jazeera debido a su cobertura crítica de las redadas en el campo de refugiados de Yenín, bastión de militantes como Hamás y la Yihad Islámica. Estas redadas, que buscaban reafirmar el control de Fatah tras años de dominio de grupos armados, estuvieron marcadas por intensas batallas y controversias.
Al Jazeera bajo el fuego de Fatah
La cobertura de Al Jazeera enfureció a la AP al destacar abusos de las fuerzas de seguridad palestinas, como la conversión de un hospital en un búnker militar y el uso desproporcionado de la fuerza contra civiles. La cadena también criticó a la AP por tratar a los combatientes palestinos con más severidad que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).
Ante el cierre, Al Jazeera emitió un comunicado denunciando la medida como un intento de intimidación:
“Esta decisión no es más que un intento de disuadir al canal de cubrir los acontecimientos que se están intensificando rápidamente en los territorios ocupados”.
La cadena qatarí acusó además a la AP de emprender una “campaña de incitación” que pone en peligro a sus periodistas, responsabilizando a la Autoridad de cualquier daño que sufran en Cisjordania.
La narrativa de la AP y el respaldo de Hamás
La Autoridad Palestina, por su parte, justificó su decisión acusando a Al Jazeera de violar las “leyes y normas” palestinas y de sembrar la división. Según la AP, los enfrentamientos mortales en Yenín fueron alimentados por la “incitación” promovida por la cobertura de la cadena.
En un giro irónico, Hamás, el enemigo jurado de la AP que expulsó a Fatah de Gaza en 2007, emitió un comunicado defendiendo a Al Jazeera:
“Exhortamos a la Autoridad Palestina a revocar de inmediato esta decisión. Es fundamental garantizar la continuidad de la cobertura mediática que expone la ocupación y apoya la firmeza de nuestro pueblo”.
Censura en nombre del control
El cierre de Al Jazeera en Cisjordania refleja no solo la creciente censura ejercida por la Autoridad Palestina, sino también las profundas divisiones internas en el liderazgo palestino. Mientras la AP busca consolidar su posición en un contexto de tensiones con Hamás y la Yihad Islámica, recurre a tácticas de control que erosionan la libertad de prensa y restringen el acceso a información independiente.
Este conflicto deja en evidencia cómo las luchas internas en Palestina no solo afectan a su pueblo, sino que también socavan el relato crítico y transparente que medios como Al Jazeera buscan mantener. En un clima de represión y propaganda, la verdad se convierte en la principal víctima.