El régimen cubano entrega terrenos a una empresa vietnamita en medio de una grave crisis alimentaria. A pesar de las promesas de solución, la escasez de arroz sigue azotando al pueblo cubano, sumido en una pobreza insostenible debido a las políticas destructivas del régimen.
La dictadura cubana sigue demostrando su incapacidad para gestionar la economía y garantizar la alimentación básica de su pueblo. En un intento por paliar la crisis alimentaria, el régimen ha transferido 308 hectáreas de terrenos agrícolas en Pinar del Río a una empresa vietnamita no identificada, según informó el diario oficial Granma. Este proyecto busca incrementar la producción de arroz, un alimento esencial que ha desaparecido de las mesas de los cubanos.
El objetivo inicial es ampliar las áreas de cultivo a 1.000 hectáreas en los próximos meses, mientras la población sigue enfrentando severas restricciones alimenticias. Las primeras parcelas entregadas pertenecen a la Empresa Agroindustrial de Granos de Los Palacios, que, a pesar de contar con sistemas de riego avanzados, sufrió un alarmante retroceso productivo debido a la desidia y las políticas ineficaces del régimen.
“En los últimos meses ha habido que trabajar duro para acondicionar estos terrenos”, admitió Jorge Félix Chamizo, director adjunto de la entidad, al describir las tareas de limpieza y recuperación necesarias.
La firma vietnamita no solo administrará las tierras, sino que también contratará directamente a trabajadores cubanos y suministrará fertilizantes, herbicidas y plaguicidas. Mientras tanto, la empresa estatal se encargará de proveer la maquinaria. Además, se utilizarán variedades híbridas de arroz provenientes de Vietnam, con la expectativa de alcanzar rendimientos de hasta ocho toneladas por hectárea, muy por encima de las cifras actuales.
Sin embargo, estas promesas no disipan la incertidumbre sobre el destino final del arroz producido. Aunque el régimen asegura que permanecerá en territorio cubano, los antecedentes de mal manejo y priorización de la exportación generan dudas.
La crisis del arroz en Cuba es un reflejo del colapso generalizado de la economía bajo el régimen. En 2023, el país produjo apenas 27.900 toneladas de arroz, un desplome del 90% respecto a la última década. Esto ha llevado a incumplimientos en la distribución de cuotas, como admitió recientemente la ministra de Comercio Interior, Betsy Díaz.
La dictadura, en su obsesión por controlar cada aspecto de la economía, sigue empobreciendo al país y entregando recursos clave a empresas extranjeras, mientras los cubanos sufren hambre y privaciones. Este proyecto con Vietnam no es más que un parche sobre una herida profunda que solo la libertad y la apertura económica podrán sanar.