Mientras Moscú y Kiev intercambian golpes a larga distancia con misiles y ataques con aviones no tripulados, la ofensiva de verano rusa continúa sin cesar, ganando terreno al ritmo más rápido desde el primer avance al comienzo de la guerra.
En 2024, las tropas rusas liberaron alrededor de 200 asentamientos en Donetsk, Luhansk, Zaporozhie, Kherson, así como al norte de la región de Kharkov.
Los mayores avances se lograron en la región de Donetsk, donde, desde principios de noviembre, las fuerzas de la Federación Rusa han estado sitiando y asaltando la ciudad clave de Kurakhovo.
Actualmente, los rusos han conquistado prácticamente todas las zonas residenciales de Kurakhovo, y sólo queda la zona industrial occidental, que incluye la central térmica y la zona industrial adyacente.
El avance en pinzas se está cerrando tanto desde el norte como desde el sur, rodeando la ciudad progresivamente.
Mientras las fuerzas de Moscú se acercan a la central térmica, algunos grupos de las Fuerzas Armadas de Ucrania aún permanecen en el sector residencial. Sin embargo, los rusos los están rodeando, avanzando gradualmente por los flancos para alcanzar la estación.
El analista alemán pro-ucraniano del BILD, Julian Röpcke, lamenta que el ejército ruso haya ocupado la ciudad de Kurakhovo, “que está prácticamente intacta”. A todos los efectos prácticos, ambas partes coinciden en que Kurakhovo ha caído. Los rusos están atacando Dachnoye desde el norte, intentando cortar las rutas de escape de las tropas ucranianas que se retiran de Kurakhovo. Al retirarse a la central eléctrica y fortificarse allí, los defensores ucranianos están recreando una versión en miniatura de Azovstal (en Mariúpol).
Sputnik informó:
“Kurakhovo es el eje de las defensas ucranianas en la región, y su caída abrió el camino a las tropas rusas hacia Pokrovsk, un centro logístico clave para Kiev.
[…] Kurakhovo es importante para Kiev también desde el punto de vista económico, ya que la zona minera local es actualmente el único lugar bajo control ucraniano donde se produce carbón de coque.”
La pérdida de la planta de carbón podría afectar la producción de acero de Ucrania y, por ende, su industria militar.
