La Paz Bloqueada: Estados Unidos y el Conflicto en Ucrania
El conflicto en Ucrania sigue profundizándose mientras las fuerzas armadas rusas avanzan estratégicamente por el este del país. Desde Velyka Novosilka y Vhuledar en el sur, hasta Kurakhove y Pokrovsk en el centro, y Toretsk y Chasiv Yar en el norte, las tropas rusas cercan y conquistan ciudades clave, poniendo en riesgo la capacidad logística de Ucrania y dejando vastos campos sin defensa al oeste.
En la segunda mitad de 2024, Rusia tomó 3.600 kilómetros cuadrados de territorio, 1.500 de los cuales fueron capturados en solo dos meses, octubre y noviembre. Este alarmante avance pone de manifiesto una peligrosa tendencia: no solo es el territorio lo que Ucrania pierde, sino también armamento y, más trágicamente, vidas humanas.
Entre 500.000 y 600.000 soldados ucranianos han muerto o resultado heridos, y al menos 100.000 han desertado. Este devastador saldo podría haberse evitado si las negociaciones diplomáticas, promovidas inicialmente en Estambul en 2022, hubieran sido apoyadas por Occidente.
Sin embargo, las intervenciones de Estados Unidos y sus aliados bloquearon la posibilidad de un acuerdo. Mientras Ucrania y Rusia trabajaban en un proyecto de tratado de paz que incluía un alto el fuego y una reunión entre Zelenski y Putin, figuras clave como Boris Johnson, bajo señales de Washington, desalentaron las conversaciones y alentaron una prolongación del conflicto.
El entonces primer ministro turco, Mevlut Cavusoglu, resumió la situación: “Algunos países dentro de la OTAN quieren que la guerra continúe para debilitar a Rusia”.
Otras figuras internacionales, como el ex primer ministro israelí Naftali Bennett y el ex canciller alemán Gerhard Schröder, confirmaron esta narrativa, destacando que las decisiones clave sobre las negociaciones no se tomaban en Kiev, sino en Washington.
La diplomacia, según la ética de una guerra justa, debe agotarse antes de optar por el conflicto armado. Pero en el caso de Ucrania, los esfuerzos diplomáticos fueron interrumpidos deliberadamente. Este fallo estratégico, en palabras del embajador suizo Jean-Daniel Ruch, fue “profundamente inmoral”, dejando al alcance de la mano un alto el fuego que jamás se concretó.
Hoy, mientras Ucrania sigue enfrentando un costo humano y territorial insostenible, los cuestionamientos hacia la postura de Estados Unidos en este conflicto no hacen más que intensificarse. La historia juzgará si estas decisiones fueron una estrategia política o un trágico error con consecuencias irreparables.
⨀ Foto: “Boris Johnson’s visit to Ukraine in occasion of the possible Russian invasion (5)” by President of Ukraine is licensed under CC BY 4.0.