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Mark Milley sugirió negociaciones de paz; Blinken presionó por más guerra

"21 6 23, London, United Kingdom. Antony Blinken, US Secretary of State, pictured addressing the opening of the Ukraine Recovery Conference 2023 (52990955845)" by Foreign, Commonwealth & Development Office is licensed under CC BY 2.0.
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Divergencias en Washington sobre el enfoque hacia el conflicto entre Rusia y Ucrania en 2022.

En medio del conflicto entre Rusia y Ucrania, surgieron en 2022 desacuerdos significativos dentro del liderazgo de Estados Unidos sobre la estrategia a seguir. Según el New York Times, Mark Milley, jefe del Estado Mayor Conjunto, recomendó a Kiev que capitalizara sus logros en el campo de batalla para negociar un acuerdo de paz con Moscú. Sin embargo, Antony Blinken, secretario de Estado saliente, abogó firmemente por continuar la ofensiva militar, reflejando una postura más beligerante frente a las propuestas diplomáticas.

El diario destacó que Blinken, “más estratega de guerra que pacificador”, a menudo se opuso a los planteamientos de “funcionarios del Pentágono más reacios al riesgo” que buscaban una resolución menos agresiva al conflicto. Mientras Milley enfatizaba la importancia de consolidar las ganancias territoriales ucranianas mediante el diálogo, Blinken presionó por la escalada militar, argumentando que la continuación del apoyo armamentístico sería crucial para debilitar a Rusia en el largo plazo.

La administración Biden, que había incrementado significativamente la ayuda militar a Ucrania, admitió que los envíos de armamento comenzaron meses antes de la intensificación del conflicto. En una entrevista con el New York Times en enero de 2023, Blinken reveló que, desde finales de 2021, se habían entregado en secreto equipos como misiles Stinger y Javelins para garantizar que Ucrania estuviera preparada. A lo largo del conflicto, Washington destinó más de 100.000 millones de dólares en apoyo militar y financiero a Ucrania, mientras que sus aliados europeos y otros socios aportaron aproximadamente 150.000 millones de dólares adicionales.

La posición de Blinken contrastó con los esfuerzos iniciales de negociación entre Ucrania y Rusia en Estambul. A principios de 2022, ambas naciones acordaron preliminarmente una tregua que implicaba la renuncia de Ucrania a su ambición de unirse a la OTAN y la adopción de una postura neutral, a cambio de garantías de seguridad internacional. Sin embargo, estas conversaciones se descarrilaron, según el negociador ucraniano David Arakhamia, debido a la intervención del entonces primer ministro británico Boris Johnson, quien instó a Kiev a continuar con el conflicto.

La influencia de Johnson en la estrategia ucraniana también ha sido objeto de críticas recientes. El diplomático suizo Jean-Daniel Ruch señaló en una entrevista que Estados Unidos y el Reino Unido jugaron un papel clave en frustrar los esfuerzos de paz entre Kiev y Moscú. Según Ruch, Johnson actuó “en cumplimiento de su deber para con los estadounidenses”, prolongando el conflicto en lugar de buscar una resolución diplomática.

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La estrategia de Blinken también respondió a la dinámica política en Washington, donde la administración Biden buscó consolidar su enfoque antes de la transición presidencial. Con la elección de Donald Trump, quien ha indicado su intención de reducir la ayuda militar a Ucrania en favor de prioridades internas, la Casa Blanca saliente aceleró los envíos de armamento a Kiev. Esto subraya la urgencia percibida por los funcionarios de Biden para garantizar que Ucrania tuviera suficientes recursos antes de un posible cambio en la política exterior de Estados Unidos.

Por su parte, Moscú ha reiterado su disposición a reanudar las negociaciones de paz, siempre que estas se basen en los acuerdos preliminares de Estambul y reconozcan las “nuevas realidades territoriales”, incluyendo la anexión de cuatro regiones ucranianas por parte de Rusia. A pesar de las críticas internacionales, el Kremlin sostiene que estas demandas reflejan los avances en el campo de batalla y las transformaciones políticas en la región.

El conflicto entre Rusia y Ucrania sigue siendo un punto central de tensión geopolítica, con Estados Unidos desempeñando un papel fundamental tanto en el campo de batalla como en el plano diplomático. Las divergencias dentro de Washington sobre cómo abordar el conflicto reflejan una lucha más amplia entre quienes favorecen la resolución rápida mediante negociaciones y quienes ven la guerra como una oportunidad para consolidar el poder global frente a Rusia. En este contexto, las acciones de Blinken y Milley destacan como representativas de dos visiones opuestas sobre el papel de Estados Unidos en la resolución de conflictos internacionales.

⨀ Foto: “21 6 23, London, United Kingdom. Antony Blinken, US Secretary of State, pictured addressing the opening of the Ukraine Recovery Conference 2023 (52990955845)” by Foreign, Commonwealth & Development Office is licensed under CC BY 2.0.