Pulsa «Intro» para saltar al contenido

Obispos Españoles Piden Regularizar Inmigrantes Ilegales

Puedes compartir esta historia:

La Conferencia Episcopal Española impulsa una polémica iniciativa para regularizar inmigrantes ilegales, con apoyo del PSOE y organizaciones afines. En medio de tensiones internas y protestas por su papel en la transformación del Valle de los Caídos, la Iglesia se posiciona como mediadora en un tema clave que enfrenta a la nación y desafía los principios tradicionales.


Un Nuevo Paso en la Deriva Progresista de la Iglesia

La Conferencia Episcopal Española (CEE) ha vuelto a colocarse en el centro del debate público al impulsar una propuesta que busca regularizar la situación legal de más de medio millón de inmigrantes ilegales en España. Con el respaldo de organizaciones como Cáritas y Confer, la iniciativa no sólo genera controversia por su contenido, sino por el momento político y social en que se presenta.

Después del escándalo por su respaldo al gobierno de Pedro Sánchez para laicizar la Basílica del Valle de los Caídos, la CEE se arriesga a asumir un papel activo en una cuestión tan divisiva como la inmigración. El riesgo no es menor: la Iglesia española podría estar minando aún más su ya debilitada autoridad moral ante una feligresía que la percibe cada vez más cercana al poder político y cada vez más distante de sus raíces doctrinales.


Una Iglesia Que Olvida Su Misión

En palabras de Luis Argüello, arzobispo de Valladolid, la intención es que el PP y el PSOE superen sus diferencias para atender un problema que afecta a la “dignidad y el bien común”. Sin embargo, esta retórica no disimula el hecho de que la Iglesia se está alineando, una vez más, con los intereses del progresismo globalista, utilizando conceptos ambiguos como “inclusión”, “hospitalidad” y “solidaridad” para justificar políticas que amenazan la estabilidad nacional.

El argumento moral puede ser noble en apariencia, pero oculta una peligrosa ingenuidad o, peor aún, una connivencia estratégica con una agenda que diluye la soberanía nacional y estimula el colapso cultural.

Imagine.art


Historia de una Estrategia Repetida

Esta no sería la primera vez que España recurre a regularizaciones masivas. Desde 1985, tanto gobiernos del PSOE como del PP han implementado este tipo de medidas:

  • 1985: 10.000 personas
  • 1991: 110.000
  • 1996: 21.000
  • 2000: 163.000
  • 2001: 235.000
  • 2005: 578.000 (Gobierno de Zapatero)
  • 2011: más de 150.000

En total, más de 1,3 millones de inmigrantes han sido legalizados mediante procesos extraordinarios. Estos números muestran que la regularización ha dejado de ser excepcional para convertirse en una herramienta sistemática, sin debate profundo ni visión a largo plazo.


Un Movimiento Que Divide, No Unifica

La recogida de 612.000 firmas en 2023, impulsada por Cáritas y apoyada por la CEE, es presentada como un clamor popular. Sin embargo, el silencio mediático sobre las protestas recientes contra los obispos revela que ese “clamor” no es tan unánime como se pretende.

El 31 de marzo, manifestantes denunciaron la profanación del Valle de los Caídos con pancartas que los calificaban de “obispos traidores”. El intento de reconvertir ese lugar sagrado en “espacio laico” fue interpretado como una rendición ideológica ante el socialismo cultural promovido desde el poder.

Intentar encabezar ahora un proceso de regularización masiva no sólo añade más leña al fuego, sino que revela una estrategia errada: asumir el rol de pacificador en un conflicto que la misma Iglesia ha contribuido a intensificar.


Una Visión Alternativa: Defensa de la Identidad y la Ley

En lugar de promover medidas que premian la ilegalidad y debilitan la cohesión nacional, la Iglesia debería recuperar su papel histórico como guardiana de los principios inmutables: la defensa de la verdad, el respeto a las leyes legítimas, y la preservación de la identidad espiritual y cultural de España.

Una política migratoria justa no puede basarse en sentimientos o presiones coyunturales. Requiere claridad moral, respeto por el Estado de Derecho y, sobre todo, fidelidad a los valores fundacionales de la nación. Regularizar medio millón de personas en un contexto de crisis, inseguridad y división es, lisa y llanamente, una irresponsabilidad estratégica y moral.


Conclusión

La Iglesia española debe decidir si quiere ser un agente de transformación progresista o una roca firme ante el oleaje del relativismo y el desarraigo. En este momento, todo indica que ha elegido lo primero. Pero aún está a tiempo de rectificar.

Comparte esta noticia, deja un comentario y ayúdanos a abrir el debate:
¿Debe la Iglesia mediar en políticas migratorias o centrarse en recuperar su autoridad espiritual?

0 0 votes
Article Rating
Subscribe
Notify of
guest

0 Comments
Oldest
Newest Most Voted
Inline Feedbacks
View all comments
0
Would love your thoughts, please comment.x
()
x