El Ministerio de Defensa ruso reporta la recuperación de cuatro aldeas y asegura que las fuerzas ucranianas sufren fuertes pérdidas.
El Ministerio de Defensa de Moscú informó que las tropas rusas han logrado recuperar más del 63% del territorio de la región de Kursk, previamente ocupado por las fuerzas ucranianas durante su incursión de agosto. Este avance representa la liberación de 801 kilómetros cuadrados de los 1.268 kilómetros cuadrados que permanecieron bajo control de Kiev.
En un comunicado difundido en Telegram el pasado viernes, el ejército ruso detalló que, en las dos primeras semanas de enero, las unidades del grupo militar Norte recuperaron cuatro aldeas estratégicas: Alexandriya, Leonidovo, Russkoye Porechnoye y Kruglenkoye.
Avances militares y contraataques
El Ministerio también reportó que, en las últimas 24 horas, las fuerzas rusas repelieron un contraataque ucraniano cerca de la aldea de Berdin, donde las tropas de Kiev sufrieron pérdidas significativas que las obligaron a replegarse a sus posiciones originales. Según el informe, Ucrania perdió más de 230 soldados durante este enfrentamiento, además de varios equipos militares, incluyendo un tanque, tres vehículos blindados de transporte de tropas (dos Stryker de fabricación estadounidense), dos vehículos blindados de combate y cuatro piezas de artillería.
“Las tropas rusas avanzan en todas direcciones. El enemigo sufre pérdidas significativas y se retira de los territorios ocupados, a pesar del traslado de reservas adicionales”, afirmó el ejército ruso en su informe.
De acuerdo con los datos proporcionados por Moscú, tan solo en las primeras semanas de enero, las fuerzas ucranianas habrían perdido más de 5.600 soldados y 570 piezas de equipo militar en la región de Kursk, incluyendo 40 tanques, 213 vehículos de combate de infantería, 91 piezas de artillería y morteros, y más de 210 vehículos de transporte y otros usos.
Contexto del conflicto en Kursk
La incursión a gran escala de Ucrania en Kursk comenzó en agosto de 2024, con el objetivo de desviar recursos rusos del frente principal en el Donbass y utilizar el territorio ocupado como moneda de cambio en posibles negociaciones de paz. Sin embargo, los avances rusos en la región y en otras áreas clave, como el Donbass, han continuado sin interrupciones.
Desde el inicio de las hostilidades en Kursk, las fuerzas ucranianas han sufrido pérdidas acumuladas que superan los 52.450 efectivos, según el Ministerio de Defensa ruso. Además, los datos reportados incluyen la destrucción de 304 tanques, 231 vehículos de combate de infantería, 173 vehículos blindados de transporte de personal, 1.562 vehículos blindados de combate, 371 piezas de artillería, 44 lanzacohetes múltiples, incluyendo 13 sistemas HIMARS y seis MLRS de fabricación estadounidense.
Una ofensiva en curso
El Ministerio de Defensa ruso destacó que la operación continúa avanzando de manera estratégica, con el objetivo de recuperar completamente el control de Kursk. “A pesar de los esfuerzos de Ucrania por mantener sus posiciones, nuestras tropas han demostrado su superioridad en el campo de batalla y continúan avanzando”, señalaron las autoridades militares.
La recuperación de las aldeas Alexandriya, Leonidovo, Russkoye Porechnoye y Kruglenkoye se considera un paso significativo en la campaña para retomar el control total de la región.
Mientras tanto, Ucrania ha tratado de reforzar sus líneas enviando más reservas a Kursk, pero las pérdidas acumuladas en equipo y personal parecen haber debilitado su capacidad ofensiva en la región.
Escenario geopolítico
El conflicto en Kursk subraya la complejidad de la situación en la frontera entre Rusia y Ucrania. Los reportes de avances rusos y la resistencia ucraniana reflejan la intensidad de la guerra en una zona clave para ambas partes. A medida que se desarrollan los eventos, el panorama político y militar sigue siendo incierto, con implicaciones potenciales para el futuro de las negociaciones de paz y la estabilidad en la región.