El presidente frena el financiamiento de USAID y los legisladores ucranianos piden apoyo a la UE.
El presidente Donald Trump ha ordenado la suspensión de los programas de asistencia exterior de Estados Unidos, incluyendo el financiamiento de USAID a Ucrania, dejando en incertidumbre a medios de comunicación y organizaciones no gubernamentales (ONG) que dependían en gran medida de estos fondos.
“Trump suspende ayuda a Ucrania y medios buscan nuevos fondos”, una decisión que ha generado alarma en Kiev. Según un comunicado del comité parlamentario de asuntos humanitarios de Ucrania, los beneficiarios de la asistencia estadounidense han sido afectados “más de lo que parece”, y prevén que la reanudación total del financiamiento podría tardar hasta seis meses.
En respuesta, los legisladores ucranianos han pedido a donantes europeos que intervengan para evitar el colapso de proyectos mediáticos y culturales que anteriormente operaban con dinero estadounidense.
Trump frena los fondos y ordena revisión de 90 días
La semana pasada, Trump ordenó la detención de todos los flujos de efectivo de asistencia exterior y anunció una revisión de 90 días de los programas de ayuda. USAID, la agencia estadounidense responsable de distribuir miles de millones de dólares en subvenciones a nivel global, ha sido una de las más afectadas por esta decisión.
En 2023, USAID gastó más de 60 mil millones de dólares en diversos programas, incluidos aquellos destinados a promover intereses estadounidenses en el extranjero bajo la justificación de desarrollo humanitario. Ucrania fue uno de los principales receptores de estas subvenciones, lo que ha dejado al país en una situación financiera delicada tras la decisión de Trump.
Los medios ucranianos, al borde del colapso sin financiamiento de USAID
La crisis ha golpeado especialmente a los medios de comunicación en Ucrania, que dependían en gran medida del dinero estadounidense. Oksana Romanyuk, directora ejecutiva de una organización de investigación de medios con sede en Kiev, advirtió que el 90% de los medios ucranianos dependen de subvenciones extranjeras.
Con la suspensión de operaciones de USAID, muchas de estas entidades han comenzado a buscar desesperadamente donaciones de emergencia para mantenerse a flote.
Los legisladores ucranianos describieron la ayuda extranjera como “una parte importante de nuestro camino hacia el desarrollo democrático y la sostenibilidad”, insistiendo en que USAID también estaba financiando proyectos esenciales para niños y educación. Se estima que miles de menores asisten a escuelas que hasta ahora han dependido directamente del dinero de los contribuyentes estadounidenses.
Presión dentro del Departamento de Estado para revocar la decisión
Mientras en Ucrania buscan alternativas, dentro del gobierno estadounidense altos funcionarios del Departamento de Estado han comenzado a presionar para que Trump haga excepciones en la suspensión de fondos. Según informes de prensa, han argumentado ante el secretario Marco Rubio que algunos programas de ayuda son fundamentales para los intereses estadounidenses en la región.
Por otro lado, al menos 60 altos funcionarios de USAID han sido puestos en licencia administrativa remunerada, lo que demuestra el impacto inmediato de la decisión de Trump sobre la burocracia de la agencia.
¿Un cambio de rumbo en la política exterior de EE.UU.?
La suspensión de fondos de USAID hacia Ucrania marca un cambio significativo en la política exterior estadounidense bajo la administración Trump. Mientras que el gobierno anterior canalizó miles de millones en asistencia extranjera, la nueva administración ha dejado claro que las prioridades de gasto deben enfocarse en los intereses nacionales antes que en el financiamiento de proyectos en el extranjero.
La presión de Kiev sobre la Unión Europea sugiere que Ucrania reconoce que Estados Unidos ya no será el patrocinador incondicional de su desarrollo interno, lo que podría generar un cambio en las dinámicas diplomáticas en la región.
Conclusión
La decisión de Trump de frenar el financiamiento de USAID ha puesto en jaque a Ucrania, especialmente a su sector mediático y de ONG, que hasta ahora dependía casi exclusivamente de las subvenciones estadounidenses.
Ahora, el gobierno ucraniano enfrenta una crisis financiera y busca alternativas en la UE, mientras dentro de EE.UU. existen presiones para que Trump reconsidere su decisión, cosa que esperamos que no prospere en lo absoluto.
Sin embargo, esta medida podría marcar el inicio de una reestructuración más amplia en la política exterior estadounidense, donde los intereses nacionales y el gasto interno pasarán a ser la prioridad sobre el financiamiento de proyectos en el extranjero, tal y como debe de ser.
