Mientras Estados Unidos destina miles de millones de dólares a la USAID para financiar activismo ideológico en el extranjero, China avanza estratégicamente en su dominio global a través de inversiones en infraestructura. Pekín no impone políticas progresistas ni subvenciona cambios de sexo en países en desarrollo. En cambio, construye carreteras, ferrocarriles y puertos, asegurando su influencia en regiones clave. Estados Unidos está perdiendo la batalla del poder blando, y la administración debe reconsiderar su estrategia antes de ceder completamente su hegemonía.
China vs. USAID: La Guerra del Poder Blando Que EE.UU. Está Perdiendo
El Fracaso de USAID y el Ascenso de China
En el siglo XXI, la batalla por la hegemonía global se libra en nuevas arenas. Mientras Estados Unidos dilapida recursos en proyectos ideológicos sin impacto estratégico, China ha entendido que el verdadero poder no se construye con activismo social, sino con infraestructura y desarrollo económico real.
La Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) ha sido el principal canal de ayuda exterior estadounidense desde la Guerra Fría. Sin embargo, en los últimos años, ha pasado de ser una herramienta de influencia geopolítica a un brazo del progresismo globalista, financiando proyectos de ideología de género y diversidad en países donde la población ni siquiera los demanda.
En contraste, China ha avanzado estratégicamente en su dominio global a través de la Iniciativa del Cinturón y la Ruta (BRI, por sus siglas en inglés), construyendo carreteras, ferrocarriles, puertos y redes de comunicación que garantizan la lealtad de las naciones en desarrollo.
“Mientras USAID financia cambios de sexo en Guatemala y activismo LGBT en Serbia, China está construyendo puentes y ferrocarriles en África, Asia y América Latina”, señalan analistas geopolíticos.
China No Impone Ideología: Ofrece Resultados
Uno de los aspectos más preocupantes de la estrategia estadounidense es que el dinero destinado a USAID no refuerza la influencia de EE.UU. en el extranjero, sino que genera rechazo.
Mientras Washington exige que los países receptores adopten políticas progresistas, China no condiciona sus inversiones a cambios culturales. Pekín no impone políticas de género, no subvenciona ONG activistas ni financia ideología. Su única condición es clara: infraestructura a cambio de cooperación económica y política.
Los resultados son evidentes:
✅ África: China ha construido vías férreas en Kenia y Etiopía, mejorando la movilidad y el comercio.
✅ América Latina: Pekín ha financiado proyectos energéticos en Brasil y Argentina, consolidando su presencia.
✅ Asia Central: China ha establecido corredores comerciales clave en Kazajistán y Pakistán, asegurando rutas de suministro.
Mientras tanto, USAID sigue financiando iniciativas de diversidad e inclusión en lugares donde la población ni siquiera tiene acceso a agua potable.
EE.UU. Financia Activismo Mientras China Construye Carreteras
El contraste entre ambas estrategias no podría ser más evidente. Mientras Pekín entiende que el poder blando se ejerce a través de la construcción de infraestructura, Washington sigue atado a una visión ideológica fallida.
Los datos reflejan la brecha entre ambas estrategias:
- China ha invertido más de 1.5 billones de dólares en infraestructura global con su Iniciativa del Cinturón y la Ruta.
- USAID gasta más de 40,000 millones de dólares anuales en proyectos que, en su mayoría, no tienen impacto en la seguridad nacional de EE.UU.
- China no desperdicia dinero en ideologías progresistas, mientras EE.UU. impone la agenda woke en países tradicionalistas.
Los países en desarrollo no quieren activismo, quieren carreteras, puertos y energía confiable.
Por Qué China Está Ganando la Batalla del Poder Blando
A diferencia de Estados Unidos, China ha sabido aprovechar el momento histórico. Mientras EE.UU. trata de imponer un modelo cultural progresista, China se enfoca en lo que realmente importa:
✅ Desarrollo económico: China ofrece préstamos y financiamiento para construir infraestructura.
✅ Soberanía respetada: No exige cambios ideológicos ni reestructuraciones culturales.
✅ Alianzas estratégicas: Fortalece relaciones comerciales sin exigir adhesión a políticas internas.
“Si USAID continúa impulsando agendas divisivas, EE.UU. perderá su capacidad de influir en el mundo”, advierten expertos en relaciones internacionales.
EE.UU. Necesita Un Cambio de Estrategia Urgente
Para que Estados Unidos recupere su influencia global, debe abandonar su enfoque activista y burocrático y adoptar una política exterior basada en resultados tangibles.
🔴 Eliminar USAID en su formato actual: Si no sirve a los intereses nacionales, debe ser reestructurada o eliminada.
🔴 Invertir en infraestructura estratégica: Replicar la estrategia china, enfocándose en el desarrollo real.
🔴 Condicionar la ayuda exterior a resultados concretos: Si un país recibe financiamiento, debe haber reciprocidad en comercio y cooperación.
🔴 Poner fin al financiamiento de ideologías progresistas en el extranjero: EE.UU. no debe forzar agendas que ni siquiera son aceptadas en su propio país.
¿Quién Liderará el Siglo XXI?
La lucha por la hegemonía global no se libra en los discursos de la ONU ni en los foros internacionales. Se define en quién construye la infraestructura del futuro y quién ofrece soluciones reales.
Estados Unidos tiene aún la oportunidad de corregir su rumbo, pero cada día que pasa perdiendo dinero en USAID, China sigue avanzando.
📢 Comparte esta noticia y deja tu opinión en los comentarios: ¿Debe EE.UU. replantear su estrategia global y enfocarse en infraestructura en lugar de activismo?
Rafael Piñeiro-López y Gloria Savater colaboraron en la redacción de este artículo de manera exclusiva para Hombres Sabios Magazine.