Mark Zuckerberg critica la cultura corporativa “castrada” y la demonización de la masculinidad, mientras Meta elimina programas de diversidad, equidad e inclusión (DEI). Estos cambios coinciden con un enfoque renovado en la libertad de expresión en sus plataformas.
El director ejecutivo de Meta, Mark Zuckerberg, ha expresado su descontento con lo que considera elementos “culturalmente castrados” en las empresas estadounidenses, adoptando lo que él denomina la “energía masculina”. En una reciente entrevista con Joe Rogan, Zuckerberg manifestó su rechazo a la visión dominante que categoriza la masculinidad como “tóxica”, asegurando que esta noción está distorsionando la cultura empresarial. “Una cosa es ser acogedor y crear un ambiente positivo para todos, y otra cosa es decir que ‘la masculinidad es mala’”, afirmó, refiriéndose a la actual tendencia de rechazar ciertos aspectos de la virilidad en los espacios corporativos.
Zuckerberg, quien creció rodeado de mujeres y actualmente tiene hijas, subrayó que su apoyo al éxito de las mujeres no debe implicar la demonización de la masculinidad. Atribuye su cambio de perspectiva en gran medida a su experiencia con las artes marciales y su interacción con amigos varones, destacando que esta vivencia le ha enseñado el valor de una cultura que no teme celebrar la agresión y la competencia entre hombres. “Creo que tener una cultura que celebra un poco más la agresión tiene sus propios méritos positivos”, dijo el multimillonario.
Este enfoque sobre la masculinidad coincide con un giro significativo en la política interna de Meta. El mismo día de la publicación de la entrevista con Rogan, la compañía anunció la eliminación de sus programas de diversidad, equidad e inclusión (DEI). Meta justificó esta decisión en un memorando interno de la vicepresidenta de recursos humanos, Janelle Gale, quien señaló que el concepto de DEI se había vuelto controversial, con críticas que sugieren que fomenta un trato preferencial hacia ciertos grupos.
Además, como parte de esta revisión cultural, Meta ha implementado cambios en sus políticas de moderación de contenido. La compañía eliminó los tampones de los baños masculinos, que anteriormente estaban disponibles para empleados no binarios y transgénero, y anunció el fin de sus políticas de verificación de datos. Zuckerberg mencionó que la empresa regresaría a sus raíces de libre expresión, reemplazando los verificadores de hechos por notas comunitarias, similares a las implementadas por otras plataformas como X (antes Twitter).
Zuckerberg también admitió que, a pesar de los esfuerzos por combatir la desinformación, la empresa había caído en “demasiada censura”, especialmente en torno a las elecciones presidenciales recientes. Criticó a los verificadores de hechos por su parcialidad política, sugiriendo que su enfoque había “destruido más confianza de la que había ganado”.
Con estos cambios, Meta no está sola. Otras grandes corporaciones también están comenzando a reducir o modificar sus programas de DEI, particularmente en un contexto político que se ha reconfigurado tras la victoria del presidente electo Trump. En un ambiente empresarial cada vez más polarizado, Zuckerberg parece estar reorientando a Meta hacia una visión más alineada con la libertad de expresión y una postura más crítica de las tendencias políticas actuales.