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Elon Musk vs. OpenAI: la guerra por el futuro de la IA

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Altman rechaza la oferta de Musk y lo acusa de jugar sucio


“Elon Musk vs. OpenAI: la guerra por el futuro de la IA” no es solo una pugna empresarial, sino una lucha de poder con implicaciones globales. La reciente oferta de Musk para adquirir OpenAI por 97.400 millones de dólares ha sido tajantemente rechazada por su CEO, Sam Altman, quien sostiene que el magnate sudafricano solo busca obstaculizar su crecimiento. La disputa, más allá del dinero, refleja una pugna por el control de la inteligencia artificial, una tecnología que, con el respaldo del gobierno de Donald Trump, está en el centro de la transformación del orden mundial.

Altman contraataca: “No está a la venta”

Sam Altman, al frente de OpenAI desde la salida de Musk en 2018, no ha dudado en cuestionar las intenciones de su antiguo socio. Durante la Cumbre de Acción de IA en París, el empresario fue claro: “Musk probablemente solo está tratando de frenarnos”. Sus declaraciones a Bloomberg dejan en evidencia que la oferta de compra no es vista como un gesto genuino, sino como una maniobra estratégica dentro de la feroz competencia por el dominio de la IA.

Altman no solo desestimó la propuesta, sino que fue más allá, insinuando que Musk actúa desde la inseguridad y la frustración. En una respuesta provocadora en X (antes Twitter), el CEO de OpenAI escribió: “No, gracias, pero podemos comprar Twitter por 9.740 millones de dólares si quieres”, en referencia al monto por el que Musk adquirió la red social en 2022. La respuesta del fundador de Tesla no se hizo esperar: “Estafador”, lanzó Musk, avivando aún más la confrontación.

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El trasfondo de una rivalidad tecnológica

La enemistad entre Musk y OpenAI no es nueva. Aunque ambos fueron cofundadores de la empresa en 2015 con la visión de una IA abierta y segura para la humanidad, sus caminos se separaron cuando Musk intentó sin éxito tomar el control total de la organización o fusionarla con Tesla. Su salida en 2018 marcó el inicio de su cruzada contra OpenAI, acusándola de haber abandonado sus principios originales en favor de un modelo con fines de lucro y demasiado dependiente de Microsoft.

Desde entonces, Musk ha impulsado su propia startup, xAI, con la que busca competir directamente con OpenAI. La oferta de compra no solo es un intento por retomar el control de la empresa que ayudó a fundar, sino también un desafío a la creciente influencia de Altman en el sector.

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Trump y el megaproyecto Stargate: IA y poder global

Mientras Musk y Altman se disputan el futuro de la IA, la administración de Donald Trump ha dado un paso contundente en la materia con el anuncio de Stargate, un megaproyecto de infraestructura valuado en 500 mil millones de dólares. Con el respaldo de gigantes tecnológicos como OpenAI, Oracle y SoftBank, el plan busca desarrollar centros de datos estratégicos en EE. UU. para impulsar la inteligencia artificial como motor de la nueva era industrial.

Este movimiento coloca a la IA en el centro de la estrategia económica y geopolítica de Trump, consolidando alianzas con los líderes de la industria y asegurando el dominio estadounidense en este campo. En este contexto, la lucha entre Musk y OpenAI no es solo un asunto de rivalidad corporativa, sino parte de un tablero de ajedrez global donde la inteligencia artificial se perfila como el próximo factor de supremacía tecnológica.

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El futuro de la IA: una disputa sin tregua

Con la guerra tecnológica en pleno auge, el enfrentamiento entre Musk y OpenAI sigue escalando. Altman parece tener la ventaja en términos de respaldo institucional y financiero, pero Musk no es alguien que se rinda fácilmente. Su capacidad para atraer inversores y su cercanía con el presidente Trump lo mantienen en la contienda.

La inteligencia artificial no es solo una cuestión de negocios: es el nuevo campo de batalla donde se define el equilibrio de poder del futuro. Lo que está en juego es más que una empresa: es el control de la tecnología que moldeará el mundo en las próximas décadas.

Un pacto en las sombras para asegurar el poder

La creciente influencia de OpenAI y otras compañías tecnológicas en la nueva administración Trump no es casualidad. A diferencia del fraude electoral de 2020, donde los grandes poderes globalistas maniobraron para evitar su reelección, esta vez el escenario ha sido distinto. Trump parece haber refrendado un acuerdo con ciertos sectores tecnológicos y de inteligencia artificial para garantizar su retorno al poder, evitando otro intento de manipulación en su contra. La IA, que muchos temen como herramienta de control autoritario, podría haber jugado un papel clave en este giro inesperado del destino político de Estados Unidos. La pregunta no es si hubo un pacto, sino hasta qué punto los nuevos titanes de la tecnología están moldeando el futuro del país y del mundo en esta nueva era.

Daniela Reins-Ramos colaboró en la redacción de este artículo de manera exclusiva para Hombres Sabios Magazine.