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Lego en la mira del progresismo: ¿Juguetes intolerantes?

"Lego Claw / Grabber Options" by dluders is licensed under CC BY-SA 2.0.
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El Museo de Ciencias de Londres acusa a Lego de imponer la heteronormatividad en sus diseños y lenguaje.

El “Museo de Ciencias de Londres critica a Lego” por considerar que su estructura y lenguaje refuerzan la heteronormatividad. En su recorrido autoguiado Seeing Things Queerly, el museo invita a los visitantes a “descubrir objetos que cuentan historias de experiencias e identidades queer”, incluyendo los famosos bloques de construcción.

La polémica se centra en la forma en que los ladrillos de Lego encajan entre sí. Según el museo, la descripción tradicional de los bloques, donde las piezas superiores con clavijas son denominadas “masculinas” y las inferiores con orificios son “femeninas”, refuerza un lenguaje basado en normas heteronormativas. Además, el proceso de unir ambas piezas se denomina “acoplamiento”, lo que a juicio de los organizadores del recorrido demuestra cómo las nociones de género influyen incluso en objetos inanimados.

¿Ideología en los juguetes?

El museo sostiene que este tipo de lenguaje forma parte de una narrativa que promueve la heterosexualidad como norma y relega otras identidades a una categoría secundaria. “Ilustra cómo la heteronormatividad moldea la manera en que hablamos sobre la ciencia, la tecnología y el mundo en general”, señala la institución en su análisis.

Esta interpretación ha generado reacciones encontradas. Para muchos, se trata de una exageración que busca politizar aún más la cultura infantil. No es la primera vez que la empresa danesa se ve envuelta en una controversia ideológica. En 2021, Lego fue blanco de críticas por el lanzamiento de un set temático del Día del Orgullo, que incluía minifiguras representando los colores de la bandera LGBT.

Lego y la presión del progresismo

A lo largo de los años, Lego ha intentado posicionarse dentro de la narrativa de la inclusión, adaptando su catálogo para satisfacer las demandas de la agenda progresista. Sin embargo, este nuevo episodio demuestra que cualquier concesión es insuficiente para quienes buscan imponer una reestructuración ideológica en cada aspecto de la vida cotidiana, desde la educación hasta el entretenimiento.

Imagine.art

La acusación de que los bloques de Lego fomentan una visión “excluyente” del género pone de manifiesto la presión cada vez más agresiva del activismo progresista en la cultura de masas. La intención de rediseñar hasta los juguetes más tradicionales para ajustarse a una visión específica del mundo es una tendencia que preocupa a quienes defienden la neutralidad de estos productos.

El “Museo de Ciencias de Londres critica a Lego” en un intento de forzar una reinterpretación ideológica de los juegos infantiles. Lo que antes era un simple conjunto de bloques ahora es objeto de un escrutinio que busca transformar hasta los conceptos más básicos de la infancia. Mientras las grandes empresas ceden a estas presiones, los consumidores se enfrentan a una creciente politización de cada aspecto de su vida cotidiana.