Los funcionarios de Nueva York han decidido ignorar una orden de detención de ICE contra el inmigrante ilegal acusado de quemar viva a una mujer en el metro. Mientras el estado protege a criminales peligrosos bajo su política de “ciudad santuario”, las víctimas quedan en el olvido. ¿Hasta cuándo el progresismo globalista pondrá en peligro a los ciudadanos por defender su agenda?
Nueva York Prefiere Proteger Criminales Que a Sus Propios Ciudadanos
La utopía progresista de las ciudades santuario ha alcanzado un nuevo nivel de absurdo. Mientras una mujer inocente fue quemada viva en el metro de Nueva York, el estado ha decidido ignorar la orden de detención de ICE contra el inmigrante ilegal responsable del crimen.
El Crimen Que Nueva York Quiere Ignorar
El ataque ocurrió en diciembre, cuando Sebastian Zapeta, un inmigrante ilegal de 33 años, prendió fuego a Debrina Kawam mientras dormía en un vagón del metro. La escena, capturada en video, muestra a Zapeta observando con frialdad cómo su víctima se consumía en llamas.
No había disputa previa. No hubo provocación. Solo un acto de pura barbarie que refleja el estado de inseguridad que impera en una ciudad donde la ideología vale más que la justicia.
Las Autoridades Se Niegan a Colaborar con ICE
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) presentó una orden de detención para evitar que este criminal quede libre. Pero el Departamento de Prisiones de Nueva York, fiel a su política de “ciudad santuario”, ha decidido ignorarla.
La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, fue clara en su condena:
“Los políticos de Nueva York están permitiendo el asesinato de sus propios ciudadanos. La gobernadora Hochul debería suspender la protección de los santuarios de inmediato.”
Sin embargo, en la agenda progresista de la gobernadora Kathy Hochul, proteger a criminales ilegales es más importante que garantizar la seguridad de sus ciudadanos.
¿Quién Protege a las Víctimas?
Zapeta, quien ya había sido deportado en 2018 durante la primera administración de Trump, regresó ilegalmente al país y encontró refugio en un albergue para migrantes en Nueva York. Es decir, fue acogido, alimentado y protegido por el estado… hasta que decidió asesinar a una mujer inocente.
La realidad es innegable: la ciudad santuario no protege a los más vulnerables, sino a los más peligrosos.
La Falta de Justicia en Nueva York
Este caso es solo otro ejemplo más del fracaso de las políticas progresistas. Las ciudades santuario han convertido sus calles en zonas de impunidad, donde criminales pueden operar sin temor a ser deportados.
Las imágenes del crimen muestran no solo la brutalidad del ataque, sino la indiferencia de un sistema fallido. Un policía caminó junto al vagón sin intervenir. Pasajeros grabaron con sus teléfonos, pero nadie se atrevió a detener al asesino. El miedo ha reemplazado a la ley.
¿Hasta Cuándo Durará la Impunidad?
El crimen de Debrina Kawam debería haber sido evitado. Si las autoridades hubieran hecho su trabajo y cooperado con ICE, Zapeta nunca habría tenido la oportunidad de cometer este acto atroz.
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Daniela Reins-Ramos colaboró en la redacción de este artículo de manera exclusiva para Hombres Sabios Magazine.