La relación entre la humanidad y la tecnología es una de las grandes preguntas del siglo XXI. Michael Cernovich, autor y cineasta independiente, lo plantea claramente: el “avance tecnológico en Estados Unidos” no solo es inevitable, sino que también es un arma de doble filo.
En el episodio más reciente de “Zero Hour”, Cernovich se une a James Poulos para analizar temas cruciales como la relación entre “tecnología y tiranía”, los riesgos del transhumanismo y cómo la historia podría servirnos de advertencia.
Según Cernovich, la tecnología, especialmente las redes sociales, ha jugado un papel clave en la configuración política de Estados Unidos: “Trump no habría ganado 2016 sin Twitter. Estados Unidos es una cultura de derechas…”. Sin estas herramientas, advierte, el panorama podría haberse inclinado hacia una “tiranía tecnológica”.
Por otro lado, el movimiento transhumanista representa un desafío aún mayor. Este impulso por fusionar la conciencia humana con la tecnología, según Cernovich, proviene de un rechazo hacia el cuerpo y la naturaleza humana misma. En este sentido, lo compara con los peores regímenes de la historia reciente: el maoísmo en China y la tiranía soviética. Poulos añade que estos eventos, a diferencia de hoy, surgieron en sociedades “pretecnológicas”, sin las herramientas actuales que permiten resistir.
La “resistencia a la tiranía tecnológica” no solo es posible, sino necesaria, argumentan ambos. Sin embargo, Cernovich advierte que este impulso por “mejorar” la humanidad más allá de sus límites naturales podría ser un camino directo hacia la pérdida de la libertad y la responsabilidad.
En última instancia, la pregunta es si Estados Unidos será capaz de navegar este paisaje traicionero y mantenerse firme ante la tentación del transhumanismo. Como dice Cernovich: “Si no tuviéramos estas herramientas tecnológicas, ya nos habrían diezmado”.