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“McDonald’s y Costco bajo presión por sus políticas DEI”

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McDonald’s y Costco enfrentan críticas por sus enfoques hacia las políticas de diversidad, equidad e inclusión.

La decadencia de las políticas de Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI) en corporaciones como McDonald’s y Costco marca un punto de inflexión en el combate contra el progresismo corporativo, que durante años ha envenenado el ámbito empresarial con ideologías divisivas y contrarias a los principios del libre mercado y la meritocracia.

McDonald’s: el primer golpe de 2025

McDonald’s, tras anunciar el desmantelamiento de varios de sus programas DEI, se convierte en el símbolo de una necesaria corrección en el rumbo corporativo. El gigante de la comida rápida ha eliminado sus metas de representación aspiracional, cambios en su equipo de diversidad —ahora renombrado como “Equipo de Inclusión Global”— y su participación en encuestas externas como el índice LGBTQ+ de la Campaña de Derechos Humanos.

Este movimiento, lejos de ser un acto de oportunismo, responde a la creciente presión de consumidores y accionistas que rechazan la imposición de agendas políticas progresistas en sus empresas. También refleja un entendimiento más profundo del daño que las políticas DEI han causado en la moral de los empleados, el desempeño corporativo y la relación con los consumidores.

Costco: resistencia progresista y desconexión de la realidad

En contraste, Costco ha decidido redoblar su apuesta por el DEI, ignorando las crecientes críticas y pérdidas de apoyo entre consumidores conservadores. Jeff Raikes, miembro de la junta directiva y defensor acérrimo de estas políticas, alega que “una fuerza laboral diversa impulsa la innovación, expande los mercados y alimenta el crecimiento”. Sin embargo, estos argumentos no solo son infundados, sino que también contradicen la experiencia empírica de empresas que han optado por abandonar el DEI y han logrado mejoras significativas en su desempeño.

La posición de Costco se vuelve aún más insostenible tras el fallo de la Corte Suprema en SFFA v. Harvard, que deja claro que las políticas de discriminación racial disfrazadas de “inclusión” son inconstitucionales. A pesar de esto, la junta directiva de Costco ha optado por ignorar las advertencias legales y las críticas de accionistas y consumidores. Esta desconexión no solo pone en riesgo la viabilidad económica de la empresa, sino también subestima la creciente resistencia contra estas imposiciones ideológicas.

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El rechazo creciente: una señal de esperanza

Los consumidores conservadores, liderados por voces como Robby Starbuck, están tomando medidas concretas, como cancelar membresías y redirigir sus compras hacia competidores más alineados con sus valores. Este activismo económico es una demostración clara de cómo la derecha alternativa puede usar las reglas del mercado para combatir el progresismo corporativo. La caída de programas DEI en empresas como Walmart, Ford y John Deere demuestra que la presión sostenida puede generar resultados tangibles.

Conclusión: el fin de una era

Las políticas DEI han sido una herramienta clave del progresismo para infiltrar las estructuras corporativas y avanzar su agenda ideológica a expensas de los principios fundamentales del libre mercado. Sin embargo, los recientes retrocesos en McDonald’s y otras corporaciones son un indicio de que la resistencia está ganando terreno. Es crucial que los consumidores, accionistas y activistas conservadores continúen luchando contra estas prácticas, promoviendo un retorno a la meritocracia, la neutralidad corporativa y el respeto por las libertades individuales. Solo así se podrá garantizar un futuro económico basado en la equidad real y no en la manipulación ideológica.

⨀ Foto: McDonalds Golden Arches Rt.1, Saugus, Massachusetts USA / licensed under the Creative Commons Attribution-Share Alike 3.0 Unported license.