Mark Zuckerberg anuncia reformas en Meta, eliminando filtros restrictivos y reemplazando verificadores con notas comunitarias. Analistas cuestionan si es un cambio auténtico o una estrategia para alinearse con el poder político y asegurar contratos gubernamentales.
En un vídeo reciente, el director ejecutivo de Meta, Mark Zuckerberg, anunció cambios significativos en la plataforma. Entre las novedades, Meta eliminará los filtros que restringían debates sobre temas como el género y la inmigración, y sustituirá a los verificadores de hechos políticamente sesgados por un sistema de notas comunitarias similar al de X, la plataforma dirigida por Elon Musk. Además, Zuckerberg afirmó su compromiso de trabajar junto a Donald Trump para restablecer la libertad de expresión, no solo en Estados Unidos sino también en otros países donde opera Meta.
Aunque las promesas parecen responder a demandas de mayor transparencia y libertad, figuras como Glenn Beck se muestran escépticas. Según el analista, este giro de Meta refleja más un ajuste estratégico que un cambio genuino de valores.
¿Un cambio auténtico o una táctica de supervivencia?
Glenn Beck asegura que Zuckerberg no está reaccionando a las demandas de los usuarios ni rectificando los daños ocasionados por las políticas de censura y desmonetización que Meta aplicó en el pasado. En su opinión, el CEO de Meta simplemente está alineándose con la administración entrante, tal como lo hizo en el pasado cuando implementó políticas acordes con las élites dominantes.
“Antes de Trump 2.0, Zuckerberg se dirigió a las élites ganadoras y preguntó: ‘¿Qué debemos hacer?’ Ahora está haciendo lo mismo con el nuevo panorama político”, señala Beck.
¿Ambiciones más allá de las redes sociales?
Beck también plantea la posibilidad de que Zuckerberg esté motivado por intereses fuera del ámbito de las redes sociales. Meta ha perdido cerca de 50 mil millones de dólares en su división de realidad virtual y aumentada, conocida como Reality Labs, y las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos —incluyendo el Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea— han invertido miles de millones de dólares en esta tecnología.
“Meta depende de asegurar contratos gubernamentales para mantener a flote su visión del Metaverso. Este cambio no se trata de libertad de expresión; es una estrategia para garantizar que Meta no quede fuera del juego cuando se trate de financiación estatal”, especula Beck.
Poder y pragmatismo
La postura de Beck refleja una crítica contundente a lo que describe como una constante recalibración de Zuckerberg para estar del lado del poder. “No es porque Zuckerberg haya escuchado al pueblo, sino porque reconoce que el mundo ha cambiado con Trump en el panorama. Esto no es idealismo, es pragmatismo, y eso es preocupante”, concluye.
El anuncio de estos cambios en Meta abre un debate sobre la autenticidad de las intenciones de Zuckerberg y el futuro de la plataforma. ¿Es este el comienzo de una era de mayor libertad o simplemente una estrategia para asegurar su lugar en un entorno político cambiante?
⨀ Foto: “Glenn Beck – Caricature” by DonkeyHotey is licensed under CC BY 2.0.