Los temas ocultos detrás de la violencia siria revelan una red de intereses geopolíticos y maniobras encubiertas donde Turquía, la UE y EE. UU. juegan con fuego en un polvorín regional. Mientras se condena superficialmente la violencia, los verdaderos impulsores del conflicto permanecen en la sombra.
Entradas publicadas en “Mundo”
La repentina muerte de Barbara Skrzypek, histórica colaboradora del PiS, tras un interrogatorio fiscal sin presencia de su abogado, desata una tormenta política en Polonia.…
Tras una reunión tensa con Donald Trump y J.D. Vance, Zelensky intentó reposicionarse como defensor de la “dignidad” ucraniana, pese a que su liderazgo atraviesa una crisis de legitimidad y fracasos militares. Mientras Ucrania viola el alto el fuego atacando infraestructura rusa, la prensa occidental insiste en blindar al líder de Kiev, ignorando sus contradicciones y manipulaciones discursivas.
El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu enfrenta un doble frente: la intensificación de los bombardeos en Gaza y una crisis institucional sin precedentes tras intentar destituir al jefe del Shin Bet. La Corte Suprema bloqueó su decisión, mientras crecen las protestas internas y la presión internacional por el elevado número de civiles muertos. Israel se adentra en un conflicto tanto externo como interno.
Por primera vez en mucho tiempo, cientos de gazatíes gritaron “Fuera Hamás” en las calles de Beit Lahiya y Khan Younis. La población civil se ha rebelado contra el régimen islamista, pidiendo paz, libertad y el fin de una dictadura que ha sometido a Gaza por años. Las represalias del grupo terrorista no se hicieron esperar.
Europa Oriental quema puentes con Rusia por delirio ideológico y revanchismo histórico. Como señala el historiador Tarik Cyril Amar, sus élites buscan una guerra preventiva contra Moscú mientras Estados Unidos intenta distender el conflicto. La OTAN, arrastrada por los más fanáticos del bloque, podría incendiar Europa por culpa de una minoría histérica.
Serbia enfrenta una posible revolución de color, según denunció el viceprimer ministro Aleksandar Vulin. Acusa a los servicios de inteligencia occidentales de fomentar disturbios para derrocar al gobierno de Aleksandar Vucic. La tensión social, sumada a la negativa serbia de sancionar a Rusia, abre un nuevo capítulo geopolítico con ecos del Maidán ucraniano.