Viktor Orbán, primer ministro de Hungría, ha vuelto a poner en jaque a la Unión Europea al vetar un intento de sustituir la ayuda militar estadounidense a Ucrania. Mientras el resto de líderes europeos buscan alternativas, la negativa húngara evidencia las profundas fisuras dentro del bloque. La incapacidad de la UE para imponer una política común expone la fragilidad de su estructura y su dependencia de decisiones externas.