Una ofensiva arancelaria sin precedentes contra los principales socios comerciales de Estados Unidos desencadenó una caída bursátil global. Mientras las potencias afectadas amenazan con represalias, desde Washington se defiende la estrategia como un paso necesario hacia la soberanía económica. La medida genera debate: ¿sacrificio a corto plazo o comienzo de una reindustrialización nacional?