La nueva fiscal general Pam Bondi ha declarado el fin del uso del Departamento de Justicia como arma política. Con 14 órdenes ejecutivas firmadas en su primer día, Bondi reafirma su compromiso de devolver el DOJ a su propósito original: combatir el crimen violento. Su liderazgo enfrenta oposición de demócratas como Pritzker y Hochul, pero su determinación por limpiar la justicia es inquebrantable.