El senador Lindsey Graham ha propuesto la "admisión automática de Ucrania en la OTAN" en caso de una nueva incursión rusa, pese a que altos funcionarios estadounidenses han descartado la viabilidad de la membresía ucraniana. Graham, conocido por su postura neoconservadora y su alineación con el complejo militar-industrial, impulsa esta estrategia como medida de disuasión, ignorando las consecuencias geopolíticas y el riesgo de escalada militar entre la OTAN y Rusia.