La Conferencia Episcopal Española impulsa una polémica iniciativa para regularizar inmigrantes ilegales, con apoyo del PSOE y organizaciones afines. En medio de tensiones internas y protestas por su papel en la transformación del Valle de los Caídos, la Iglesia se posiciona como mediadora en un tema clave que enfrenta a la nación y desafía los principios tradicionales.